. Para Karla Pacheco Cotillo abrir una bodega se convirtió en el camino perfecto para salir de deudas. Pero no fue sencillo, porque vino después de una gran tormenta en su vida. En 2021, enfermó de . Su estado fue crítico, tanto que los médicos le dijeron a su familia que ya no había esperanzas para ella. Estuvo un mes en cama y lo único que Karla deseaba era para seguir cuidando a sus hijos: Dylan (21), Melany (16) y Gabriella (12).

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A los ocho meses de una sorpresiva recuperación y fuertes secuelas que no cesaron, pese a la , decidió llevar un curso de cosmiatría y abrir una en su casa de Carabayllo. Para que la gente se entretenga mientras esperaba ser atendida se le ocurrió vender snacks y . Para su asombro, muchas de las personas solo acudían a su local para comprar las golosinas. Al darse cuenta de que eso le generaba un ingreso estable y que las bodegas del barrio comenzaban a verla como competencia, decidió inclinarse por el rubro de los alimentos.

“Tenía una deuda porque estuve treinta días con , así que priorizar los alimentos fue una decisión fácil, ya que la comida me daba más. En abril de este año nació La Tiendita de Pacheco, nombre que rinde homenaje a mis abuelos y también a los bodegueros en su época”, confiesa esta pujante comerciante de 42 años.

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Si uno visita la hoy, encontrará carnes, abarrotes, bisutería, productos para niños, alimentos para mascotas, artículos de belleza, bebidas, globos, pilas, útiles escolares, entre otros artículos. Para Pacheco la clave del es el buen trato que tiene con las personas.

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“Como también estudié , puedo aplicar algunas inyecciones que me piden algunos de mis clientes mientras hacen sus compras. Para mí, Dios tiene un propósito y creo que sigo aquí para ayudar a mi gente”, finaliza

TIP

Si estás participando en el concurso , que organiza la Asociación de Bodegueros del Perú, envía tu video final hasta el miércoles 13 de julio.

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