Los memes y el contenido humorístico dominan internet. Generan likes, se comparten, humanizan a la marca y pueden romper la burbuja del algoritmo. Entonces, ¿deberías usarlos siempre? La respuesta corta: no necesariamente. La larga: depende de tu marca, tu audiencia y tu objetivo.
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La estratega digital y experta en manejo de redes sociales, Alexandra Neciosup, explica que “el humor puede ser un gran aliado en la estrategia digital, pero como todo recurso, no es para todos ni para todo el tiempo. No se trata de ser graciosos, se trata de ser relevantes”.
Por eso, Neciosup enlista los momentos en que el humor y los memes sí funcionan, para que los uses con estrategia y sentido.
1. No toda marca debe ser chistosa
Si vendes seguros de vida, por ejemplo, no necesitas hacer memes para conectar. Tu valor está en la confianza, no en hacer reír. El humor mal ubicado puede restarte seriedad o credibilidad.
2. No todos los públicos consumen humor igual
Tu audiencia puede ser joven y meme-lover, o más conservadora y poco receptiva al humor en canales corporativos. Estudia a quién le hablas antes de intentar hacerlos reír.
3. El humor no tapa una mala estrategia
Un meme sin contexto, sin intención clara o mal ejecutado puede ser ignorado o, peor, volverse en tu contra. No uses humor solo porque “funciona en redes”. Úsalo cuando refuerza tu mensaje.
4. Lo que “pega” es la autenticidad
Hay marcas que brillan con humor porque lo hacen con naturalidad. Otras se notan forzadas y pierden empatía. La clave es ser fiel al tono de tu marca.
Entonces, ¿cuándo sí usar memes y humor?
- Cuando conoces bien a tu audiencia. Así puedes asegurarte de que el chiste o meme conecte con su forma de pensar y no resulte ofensivo o fuera de lugar.
- Cuando el humor aporta, no distrae. El objetivo debe ser reforzar tu mensaje, no robarle protagonismo ni desviar la atención.
- Cuando tienes equipo (o criterio) para hacerlo bien. El humor requiere sensibilidad y timing; mejor si hay alguien que pueda revisar o validar antes de publicar.
- Cuando quieres generar cercanía sin perder tu esencia. El humor puede humanizar tu marca o contenido, siempre que mantengas tu estilo y valores.
