Si tú quieres casarte, pero él no, no significa que todo está perdido. Lo primero que deben hacer es sincerarse mutuamente. Expresar de manera franca qué significa para cada uno el matrimonio y la convivencia. Tal vez, en el fondo, representa lo mismo.
Muchas mujeres quieren casarse, porque piensan que así consolidarán su relación. En tanto, algunos hombres prefieren la convivencia, porque creen que no necesitan un papel para certificar sus sentimientos.
LLEGUEN A UN ACUERDO
-Saber que difieren en casarse o convivir, pero no en el fondo, querer estar juntos, hará que disminuyan las exigencias y lleguen a un consenso.
-No se trata de complacer a alguna de las partes sino de que ambos cedan, pero sin llegar a sentir que se están sacrificando.
-Podrían llegar al acuerdo de no casarse por religioso, pero sí por civil o de hacer una boda simbólica con la presencia de amigos.
-Si en esa conversación franca descubren que una de las partes no tiene el deseo de establecer lazos matrimoniales, lo aconsejable es no seguir con la relación.
SIN CHANTAJES
-La típica frase “si me quieres tienes que casarte conmigo” es una forma de manipulación femenina que no debe permitirse.
-Ningún hombre debe contraer matrimonio para complacer a su pareja, sino porque realmente lo desea.
Recuerda que el mayor compromiso es el que se mantiene aun cuando hay libertad de irse.