Hoshi es un perro de raza esquimal norteamericano, tiene 11 años, y quedó ciego al ser operado por un glaucoma ocular. Sin embargo, tiene a Zen, su inseparable amigo que se ha convertido en su lazarillo o guía.
Al llegar a su adultez, a Hoshi no le fue sencillo acostumbrarse a su nueva condición y Zen decidió devolverle un favor, porque cuando llegó a su lado tenía un edema pulmonar y un agrandamiento del corazón y el perro esquimal le mostró su amor y lo ayudó a adaptarse a su nueva casa.
“Decidimos darle a Zen el rol de guía, y por eso les unimos en una misma correa, pero aunque les pongamos en correas separadas, se vuelven a juntar”, refirió la dueña, Paulina Pérez, al portal animalista ‘The Dodo’, donde se relata esta bella historia de solidaridad perruna entre congéneres.
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