Madre de familia, trabajas, ¿pero te sientes triste por dejar a tus hijos en casa para cumplir con tus responsabilidades laborales? Si la respuesta es sí, entonces estás viviendo con un sentimiento de culpa que no es beneficioso para ti ni para tu familia.
Los especialistas aconsejan que te enfoques en lo bueno que logras al tener un trabajo, como que gracias a los ingresos que recibes tu familia vive mejor. Tu pequeño tiene qué comer, recibe educación, puedes ir con él al cine, parque, entre otros temas. Trabajar no te hace mala madre, te hace uno de los pilares de tu hogar.
EQUILIBRIO
Es importante conciliar de forma equilibrada tu vida laboral y familiar. Así podrás dedicar tiempo a tus hijos. Tal vez no estás todo el día en casa, pero cuando lo estés puedes conversar con ellos, jugar y ayudarlos con sus deberes.
Poder cumplir con todas tus responsabilidades de mamá, profesional y proveedora del hogar es una prueba de amor constante hacia tu hijo y hacia tu familia. Siéntete orgullosa de tu esfuerzo.
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