El amor de madre es infinito. Así lo demostró Kate, una mujer que hizo una pausa en su labor de parto para amantar a su hija de dos años. Pese a que los dolores eran constantes, ella no dudó ni un segundo en pedir que dejaran entrar a su pequeña a la sala. La tierna escena fue captada por la fotógrafa profesional Maegan Dougherty.
La niña acudió al hospital con otros familiares para esperar la llegada de su hermanita. Pero no desaprovechó esa oportunidad y tomó leche materna. Contenta en los brazos de su madre, se sintió protegida y más que satisfecha. A las dos horas de este cálido momento, nació su hermanita.
Se dice que después de que la niña amamantara, las contracciones de Kate fueron más intensas y frecuentes. ¿A qué se debe? La succión en los pezones produce oxitocina, hormona que ayuda al útero con las contracciones durante el parto. Por eso se dice que la lactancia y el embarazo son compatibles.
Esta puede ser la razón, aunque después de que la madre diera a lactar, se le notó más relajada y contenta de saber que su niña estaba en buenas manos. Eso pudo desbloquear su mente y hacer que el parto sea más rápido. Hay tantas cosas que pudieron influir, lo cierto es que ahora Kate está disfrutando del amor de sus dos pequeñas.
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