
Muchos me dicen en la consulta que su perro o su gato les cambió la vida. Y no exageran.
Los animales tienen un efecto profundo en nuestra salud mental, aunque a veces no lo notemos. Su compañía reduce el estrés, la ansiedad y la soledad.
Un paseo con el perro o el ronroneo de un gato pueden ser más terapéuticos que muchas palabras. La ciencia lo confirma.

Las personas que conviven con mascotas suelen tener mejor ánimo, duermen mejor y se recuperan antes de momentos difíciles. No se trata solo de cariño, sino de conexión. Ellos no juzgan, no mienten y siempre están presentes. En su mirada hay calma y aceptación, algo que todos necesitamos.
Cuidar de una mascota también nos da propósito. La salud mental también se alimenta de afecto, y pocas terapias son tan sinceras como la de un corazón peludo que nos espera cada día. Los espero en Petexperts 24 horas, en la avenida Arenales 2343, Lince.










