Por: Milagros Laura
Para Ricardo Mejía Otiniano (18) no hay excusas que valgan. A falta de recursos económicos para estudiar una profesión, salió a buscar trabajo cuando finalizó la secundaria. Las oportunidades laborales le eran esquivas por no tener la mayoría de edad. Sin embargo, este jovencito no se desmoralizó. Por el contrario, decidió vender mazamorra morada en las calles de Barranco y otros distritos de Lima. Y lo hace tan bien que un instituto gastronómico lo becó con una carrera en repostería.
¿Desde qué edad trabajas?
Desde los 17 años, pero fue difícil. Cuando terminé el colegio quise ayudar a mi madre con los gastos de la casa, pero por ser menor de edad no me daban empleo.
Antes de la venta, ¿has trabajado en otro lugar?
Sí. En una cebichería, como ayudante de cocina, pero duré solo una semana porque me pagaban muy poco y me hacían trabajar 11 horas al día.
¿Cómo se te ocurrió empezar a vender mazamorra?
Mi mamá siempre nos preparaba este postre a mi hermano (Mario) y a mí. Entonces decidí prepararlo yo mismo y salir a ofrecerlo.
¿Recuerdas el primer día de venta?
Sí, estuve desde las 10 de la mañana hasta las 9 de la noche. Vendí 20 porciones de mazamorra. Fue duro.
¿Ahora cuántos vendes?
90 porciones de combinado, mazamorra morada con arroz con leche.
Ofreces tus productos de forma diferente…
Sí. Poco a poco, decidí darles a los clientes una mejor presentación de mi producto. Yo ahora visto chaqueta de chef y todos mis potes tienen un sticker Deli, es mi marca.
También es curioso tu carrito, ¿verdad?
Sí, es chico. Es una caja de madera acoplada a un carrito de mercado, fácil de llevar. Además, está forrado con el nombre de mi marca.
¿En qué invertiste tu dinero ganado?
En comprar ollas grandes, una cocina industrial y una congeladora. Sin eso, era más complicado preparar mis productos.
¿Cuánto te toma hacer estos postres?
Tres horas. Desde ir a comprar, preparar y envasar.
Hace unos días tu foto fue viral en Facebook…
Sí, el diseñador de moda Yirko Sivirich me compró una mazamorra con arroz con leche, le gustó y me tomó una foto. Como tiene bastantes seguidores, muchos comentaron y felicitaron mi trabajo.
¿Qué otra oportunidad se te ha presentado?
Me llamaron del Instituto D’Galia, me dijeron que querían probar mi mazamorra, así que me pidieron 10 porciones. Se las llevé y ahí me dijeron que había ganado una beca integral en la carrera de Panadería y Repostería.
¿Cómo te hizo sentir eso?
Me emocioné un montón. Voy a poder estudiar y hacer otros postres. Esta oportunidad, me ha despertado muchos sueños.
¿Como cuáles?
Quiero, en un futuro, abrir un local tipo café, donde pueda ofrecer mis postres y panes especiales que aprenderé hacer.
VISIÓN EMPRENDEDORA
¿Qué otros planes tienes?
Quiero iniciar una cadena de parrillas.
¿Cómo así?
He pensado en alquilar el espacio exterior de las bodegas, solo las que son medianas a grandes, y poner en ese lugar una parrilla y ofrecer platos como filete de pollo o anticucho.
Pero ¿podrás con todo?
No, voy a comprar las parrillas y los insumos, y contrataré a un tercero para que atienda.
Es una visión interesante, ojalá la realices.
Sí, pronto voy a empezar. Ya compré una pequeña parrilla.
¿Y si descuidas los estudios?
Al contrario, voy a sacarles provecho.