Cuando Sara Castro Palacios (32) quedó con el corazón roto por un amor no correspondido, se inscribió en un taller de claun y tiempo después fundó el colectivo ‘SOS Payasos’. Ambas actividades le hicieron exteriorizar sus sentimientos y también darse cuenta de que aún tenía mucho amor para dar.
Ella es la doctora ‘Sarota’, una payasita que junto con su grupo de amigos, visita albergues de niños, ancianos y hospitales con la única finalidad de alegrar y consolar a las personas que sufren abandono o alguna enfermedad. Trome la sorprendió en el albergue de niños Buenaventuranzas de Tablada de Lurín, en Villa María del Triunfo.
¿Desde cuándo haces labor social?
Desde jovencita. Empecé leyendo libros a personas ciegas, con ellas aprendí el método braille de lectura. Luego enseñé inglés básico a niños de varios albergues.
No empezaste con el claun, entonces ¿qué te llevo a ser una nariz roja?
Es una locura hermosa. Recuerdo que estaba muy triste por una ruptura amorosa y me encontré con un taller de claun que me transformó.
¿Haciendo reír a otros curaste tu corazón?
Sí, porque en ese contacto con otras personas que también se encuentran en estado vulnerable, yo recibo amor de ellas. A veces no sé quién ayuda a quién.
¿Cómo logras animar a un niño enfermo o a un abuelito abandonado?
Con ternura. Nosotros ofrecemos lo que muchos han olvidado: una mirada tierna y sostenida, un abrazo fuerte y prolongado, y tomarse de la mano. Esas expresiones de amor sanan y transforman corazones.
¿Es difícil robarle una sonrisa a una persona enferma o que ha perdido a un ser querido?
A veces no necesitan reír, solo sentir que no están solos.
¿Entonces no son payasos que hacen reír?
Como clauns tenemos muchas maneras de conectar con las personas, todo depende del escenario y de las condiciones de los pacientes que visitamos.
¿Y la alegría característica de los claun?
Eso también lo hacemos cuando vamos a hogares como este (Buenaventuranzas), donde interactuamos con los chicos, cantamos, jugamos, reímos e imaginamos juntos. Nos volvemos amigos.
¿Has visto partir (morir) a un niño que era tu amigo?
Sí, me pasó con algunos que visitaba. Ante eso solo hay que prepararse y dejar ir.
¿Veo que no estás sola en esta iniciativa?
No, ahora cuento con varios payasitos. Ellos se graduaron en mi escuela de claun ‘Alu’, que significa amor lúdico.
¿Qué haces cuando no tienes la nariz roja?
Me dedico a mi escuela, ya se han graduado 27 doctores.
Dices que llevas seis años con ‘SOS Payasos’, ¿dirías que ya no tienes el corazón roto?
Sí, totalmente.
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