Lima Norte: Conoce a la peluquera de perros

Por: Michael Livia

Mascolandia en Lima Norte. Vanessa Arámbulo (40) es una joven veterinaria que además de ayudar a mejorar el bienestar de las mascotas, las hace lucir de maravilla. Ella, junto a su esposo, también veterinario, abrió su consultorio en Comas, donde brinda atención médica, pero también un tratamiento y cambio de look a sus peculiares clientes. Se llama Mascolandia y esta es su historia.

¿Vanessa, alguna vez pensaste que te dedicarías a arreglar a los perros?No que me iba a dedicar a esto, pero sí sabía que en algún momento lo haría. Es parte de lo que sabemos hacer los veterinarios.

¿Hace cuánto empezaste con este spa para perros?Ya hace un par de años. Mi esposo, que también es veterinario, y yo pensamos en darle un plus a nuestro servicio. Entonces no solo nos encargábamos de curar a los perritos, sino también los devolvíamos a sus dueños bien arreglados.

Y funcionó…Sí, claro. A todos les encantaba y nosotros nos dimos cuenta de eso, así que pensamos en ofrecerlo como un servicio particular.

¿Qué razas se dejan acicalar?Poodle, Schnauzer y todas las peluditas que nos permiten trabajar a detalle con su pelaje. Pero también Labrador, Pug y Beagle.

¿Y qué se les hace exactamente?Los bañamos, cepillamos el pelo y ofrecemos otros tratamientos para mejorar el brillo. Además les colocamos lacitos, limamos las garritas y todo lo que sea necesario para que se vean lindos.

Debes tener bastante paciencia…Sí (risas). Todos los perritos se comportan de manera distinta. Hay algunos que les gusta el tratamiento y otros lo odian, y saben demostrarlo (risas).

¿Por qué escogiste esta profesión?Porque me gustaba. Desde joven he amado a los animales, mi esposo y yo hasta ahora rescatamos perros y los damos en adopción. Creo que para esta carrera debes tener una gran pasión.

¿Algún consejo para quienes tienen un perro en casa?Que nunca se olviden de él. Piensen que cuando nosotros estamos sucios nos sentimos fastidiados, lo mismo les pasa a los perritos cuando no son aseados. Aunque no se ven en un espejo, ellos se dan cuenta cuando están lindos.

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