Existen personas que rara vez incluyen las frutas en su alimentación, ya sea porque no les enseñaron a consumirlas en la niñez o porque, simplemente, no les agrada. Es importante, según la nutricionista Sara Abu-Sabbah, dejar de lado las excusas porque al alejarnos de estos insumos frescos, también nos apartamos de una vida saludable. ¡Comamos más frutas !
“Quien no come fruta le priva a su organismo de vitaminas, minerales y azúcares naturales que terminan convirtiéndose en energía. Esta ausencia propicia que la persona se sienta fatigada, se estriña más fácilmente y su proceso de envejecimiento celular se acelere, dado a la inexistencia de fibras y antioxidantes en su organismo”, precisa.
ADIÓS, PRETEXTOS
Para Abu-Sabbah es importante que la persona que no incluye frutas en su alimentación, se concientice y empiece a hacerlo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir cinco raciones de estos insumos diario.
“Lo mejor es empezar a ingerir frutas que estén de temporada, como las mandarinas y naranjas, que al ser más frescas, conservan mejor su sabor y mantienen intactos sus nutrientes. También aportan agua, vital en esta estación en que no acostumbramos a beberla. Además, el hecho de tener que pelarlas, obliga a que la persona la consuma en su estado más natural”, refiere.
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