Muchos papás de ahora se involucran más con el embarazo, pues asisten a los cursos de estimulación prenatal, incluso están presentes en el momento del parto. Esto ayuda a que tomen con mayor rapidez el nuevo rol que les espera. Sin embargo, eso no termina ahí.
Cuando el bebé nace –señala el psicoterapeuta Walter Hinojosa- los papás no solo deben apoyar en el cambio de pañal o el preparado del biberón, también deben involucrarse en el desarrollo físico y emocional del pequeño. ¿Cómo? A través de palabras y gestos.
“El papá debe hablarle a su niño y decirle cuán importante es para él. Además, deben cargarlo, darle muchos besos y mimos. Aunque no lo crea, todo esto le brindará seguridad y confianza al menor, pues se sentirá amado y protegido, reforzando así su autoestima y forjando su personalidad”, sostiene el especialista.
CAMBIOS
En las primeras semanas de la llegada del bebé a casa, el hombre también experimenta una serie de cambios físicos, mentales y emocionales que lo obligan a modificar su estilo de vida. Ser papá es genial, pero también conlleva una gran responsabilidad.