Le dices a tu esposo que las llaves están encima de la mesa, pero él nunca las encuentra. Vas tú y las ves allí mismo donde dijiste. ¿Distraído? No.
Que los hombres no encuentren fácilmente las cosas responde a una explicación fisiológica.
Según estudios, el campo de la visión de la gran mayoría de varones es como un túnel: puede ver de lejos y tan solo un espacio reducido, mientras que la mujer tiene un campo visual más ‘panorámico’.
LA EXPLICACIÓN
Esta diferencia entre el hombre y la mujer se remontaría a la prehistoria. Los hombres desarrollaron una visión centrada en la lejanía y no en los objetos cercanos, porque debían ver a su presa a lo lejos para cazarla y comer. Así acostumbraron a su cerebro a procesar imágenes distantes y esta particularidad, como tantas otras, quedó incorporada en su mapa genético.
La mujer, en cambio, desarrolló una visión panorámica, porque se quedaba en la casa a cargo del hogar y los niños y necesitaba estar atenta a todo a su alrededor, por si aparecía algún peligro o amenaza. Es por eso que ahora ellas son capaces de ver las cosas con un radio de casi 180 grados, mientras que los varones son más puntuales y tendrían un radio de visión de 30 grados. Ahora cuando te diga “no encuentro nada”, ya sabes a qué se debe.