La curiosidad e hiperactividad de los niños originan que sufran accidentes como golpes en los dientes, pero ¿qué pasa cuando el menor pierde una pieza definitiva por el trauma?
El odontólogo Eduardo Quispe explica que los dientes permanentes empiezan a salir a partir de los seis años y todo depende mucho de la gravedad del golpe y qué parte del diente ha sido dañada.
“Lo primero que debemos hacer es ver qué tan grande ha sido la rotura, ya que si solo se ha afectado el esmalte (primera capa) necesitará pulirse el diente y reconstruirlo con una pasta especial”, explica.
Pero si la herida ha sido más profunda (mayor de 2 milímetros), Quispe explica que será indispensable un tratamiento para evitar que el niño sufra sensibilidad, ya que si se ha dañado la dentina (segunda capa del diente) el proceso de reconstrucción es mucho más delicado.
Sin importar cuál sea el caso, es necesario llevar de inmediato al niño con un dentista para que establezca las pautas a seguir .