Frases que pueden convertir a niños en adultos acomplejados.
Frases que pueden convertir a niños en adultos acomplejados.

Hay frases y frases. Dichos que te marcan para siempre. Y eso sucede desde que uno es pequeño. Varias nos han influenciado y lo ideal es que se traten de frases buenas, que te hagan mejor persona. No obstante, no siempre es así.

Hay frases que afectan a los niños. Y para siempre. Y, por lo general, son los padres o personas cercanas a los niños, que se supone que les deben dar amor, los que sueltan estas frases que pueden desencadenar problemas, traumas y complejos a los niños. Taras que los acompañarán hasta la adultez. Veamos:

“Tu hermano obtuvo 20 en el examen y tú un 15”

Aunque muchos padres usan esta expresión para incentivar a sus hijos a ser ‘mejores’, no se percatan que pueden causar mucho dolor en su niño por ese rechazo a pequeños logros. Dolor que puede acompañarlos con esta u otras frases similares, y que al crecer seguirá comparándose con su compañero de clase, de universidad, de trabajo, pero nunca a su favor.

‘No te quiero porque te portas mal’

Una frase muy común de los padres en su intento de corregir a sus hijos. Pero lo que sucede es que después de una frase así el niño empieza a esforzarse con todas sus fuerzas para actuar ‘correctamente’, dejando de lado todas sus necesidades y deseos. En la vida adulta intentará satisfacer a la gente, e inconscientemente vivir bajo el principio de: ‘Quiero que me amen y para eso debo gustar y satisfacer a otras personas’.

‘Eres igual a tu madre (padre)’

Esta frase ilustra sin duda la relación entre papá y mamá, lo infelices que se sienten el uno con el otro y al decirlo transmite esa incomodidad a su hijo. Cuando las malas relaciones de pareja se proyectan en el niño, él deberá vivir con eso. Es común el uso de este tipo de manipulación cuando hay una batalla por el niño y el pequeño necesita elegir con quién vivir o pasar el tiempo, y en ese proceso lo traumatizan.

‘Te portas bien o llamo al coco para que te lleve’

Es una frase muy concreta que dice casi directamente que el niño es valioso solo si hace lo que sus padres quieren. Decirlo da a entender a tu hijo que no debe ser él mismo, sino alguien que se ajuste por completo a las expectativas del resto. Eso, y el miedo de que quien lo protege sea capaz de entregarlo al peor personaje de las pesadillas infantiles. Cuando sean adultos, estos niños encontrarán difícil confiar en alguien, no sabrán lo que quieren e intentarán gustarle a todos.

‘Cuando yo tenía tu edad me iba muy bien en la escuela’

La frase en cuestión puede interpretarse como una competencia del padre o madre con su hijo, es algo así como si le dijera: ‘Nunca podrás ser como yo, no importa cuánto lo intentes, soy mejor que tú’. Los niños que crecen en un contexto así por lo general intentan demostrarle a su familia que son buenos. Y es que claro, diciendo cosas de semejante naturaleza se estimula la parte narcisista de la mente del niño. Al crecer, estos niños no son capaces de alegrarse con sus logros, la alegría aparece sólo si su progenitor reconoce su éxito pero eso es muy poco probable.

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