Sin duda, todos nos identificamos con algunos de estos casos.
Sin duda, todos nos identificamos con algunos de estos casos.

Los vecinos que vuelven locos a cualquiera existen en cualquier parte. Es inevitable, ya sea que vivamos en un edificio o condominio, siempre nos tocará alguno de estos con quien deberemos aprender a convivir. Es probable que te sientas identificado con cada uno de ellos y hasta hayas vivido alguna experiencia que deseas borrar de tu memoria.

¿Quién no ha pensado en mudarse? Algunos vecinos pueden ser molestos, a tal punto de querer cambiar de casa; sin embargo, existen otros que pese a sus impertinentes hábitos ya forman parte de tu vida y a veces no te imaginas vivir sin ellos.

Hay vecinos de todo tipo, con tendencias y costumbres que muchas veces nos terminan por alterar los nervios. Aquí te dejamos una lista de los más comunes.

1. El fiestero. Es generoso y divertido, salvo si te toca de vecino. Es el clásico que espera el fin de semana, pero no para descansar sino para armar interminables fiestas que hacen de tus noches una verdadera tortura. Deberás acostumbrarte a todo tipo de reuniones, gritos, risotadas y sesiones de karaoke. Un martirio, sin duda.

2. La chismosa. Lejos de tener una ocupación, dedica sus tardes de ocio a inmiscuirse en las vidas ajenas. Su hábitat natural es la ventana, aunque es capaz hasta de pegar la oreja en la puerta de tu ‘depa’ para escuchar lo que conversas. Recopila la mayor cantidad de datos posibles, que luego se dedica a propagar y distorsionar a su antojo.

3. La pedilona. La que a todo momento, y todos los días, aparece frente a tu puerta pidiéndote un favor: que una tacita de azúcar, una herramienta, la licuadora, la extensión de luz, etc. No sabes si, en verdad, necesita de tu ayuda o solo te está espiando

4. El ‘maestro’. Es el que estropea el descanso a cualquiera. Es una persona ultraactiva, tipo maestro que se entretiene los fines de semana, y a las horas más insólitas, arreglando su casa. Jala los muebles y usa esas temibles herramientas como el martillo y el taladro. Por supuesto, es un novato y eso lo lleva a estar largas sesiones reparando su hogar.

5. El de los hijos revoltosos. No tiene carácter para criar a sus hijos revoltosos. Ellos golpean con la pelota o bicicleta la puerta de tu casa, no tienen modales y hacen berrinches durante todo el día. Lo peor es que, ante cualquier mínimo amago de queja, la respuesta siempre será la misma: ‘Disculpa, es que son pequeños’.

6. El gritón. El vecino que vive una relación de amor odio (más odio que amor) con su esposa. Y al parecer ninguno de los dos sabe el significado de la palabra discreción, porque se ponen a ventilar sus problemas mediante gritos e incluso golpes.

7. La ‘dog lover’. Es admirable su amor por los perros, gatos, tortugas, loro y todo ser vivo, pero cuando alguien hace de su departamento de 65 metros cuadrados el Arca de Noé, la combinación de ruidos y olores que salen del lugar no es cómodo para nadie. Incluido los animales.

7. La ‘dog lover’. Es admirable su amor por los perros, gatos, tortugas, loro y todo ser vivo, pero cuando alguien hace de su departamento de 65 metros cuadrados el Arca de Noé, la combinación de ruidos y olores que salen del lugar no es cómodo para nadie. Incluido los animales.

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