Los sofocos, los cambios de humor y la disminución de la libido son síntomas bien conocidos de la menopausia. Sin embargo, existen otros padecimientos que esta nueva etapa de la vida trae a muchas mujeres.
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En general, las mujeres experimentan al menos 10 síntomas cuando llega la menopausia, pero hay muchas más.
La menopausia es el momento en que la menstruación cesa debido a la disminución de los niveles hormonales. “Los sofocos son uno de los signos más conocidos de la menopausia, pero hay más de 40 signos y síntomas, algunos más comunes que otros”, indica a MailOnline, Bina Mehta, farmacéutica de Boots.
La experiencia de cada mujer será diferente y algunas experimentarán más signos y síntomas que otras. Por eso es tan importante que sigamos hablando de la menopausia.
Hay algunos signos y síntomas de la menopausia menos conocidos, como el bajo estado de ánimo y la ansiedad, la sensación de olvido o la niebla cerebral y la fatiga. Los cambios en la piel, las uñas y el cabello también pueden ser signos de la menopausia, así como el aumento de peso y la hinchazón.
Ardor en la lengua. Los sofocos pueden dejar a las mujeres con una repentina sensación de calor en la parte superior del cuerpo. Pero no solo el cuerpo puede sentir calor al azar cuando se entra en la menopausia.
Alrededor del 8% de las mujeres menopáusicas experimentan ardor en la lengua, según la Encuesta Anual sobre la Menopausia 2022 del fabricante de suplementos DR.VEGAN, realizada a más de 1.000 mujeres en Gran Bretaña.
Puede sentirse como un dolor repentino y breve en la boca y es más frecuente en mujeres que también experimentan sabores metálicos, sequedad bucal, hormigueo o dolor. También se puede sentir ardor alrededor del paladar, los labios o el interior de las mejillas.
Los médicos creen que la causa es que la disminución de los niveles de estrógeno activa los nervios sensibles al dolor alrededor de las papilas gustativas de la lengua.
Médicos recomiendan a las mujeres que padecen este síntoma que practiquen el yoga y la atención plena para aliviar el estrés. Se cree que esto hace que la sensación de dolor sea menos intensa.
Descargas eléctricas. Además de ardor, las mujeres menopáusicas pueden tener la sensación de estar sufriendo descargas eléctricas. Las sacudidas de dolor, que pueden ser graves, suelen producirse justo antes de un sofoco.
Esta sensación puede ser como la de una banda elástica que se rompe en la carne bajo la piel en cualquier parte del cuerpo, sobre todo en la frente.
Los médicos no están del todo seguros de cuál es la causa de este síntoma, pero se cree que la fluctuación de los niveles hormonales puede hacer que el sistema nervioso falle.
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Como ocurre con la mayoría de estos síntomas, los galenos no prescriben nada específico para ayudar a prevenirlos, aparte de la terapia hormonal sustituta.
Una dieta rica en soya, tofu, garbanzos, brócoli y semillas de calabaza, sésamo y girasol ayuda a aumentarlas en el organismo.
Hormigueo. Algunas mujeres tienen la sensación de tener un ejército de hormigas arrastrándose bajo su piel. Esta sensación suele producirse al principio del cambio o poco después de la última menstruación y acaba desapareciendo por sí sola.
Los estrógenos estimulan la producción de colágeno -que fortalece y tensa- y de grasa, que ayuda a mantener la humedad. Cuando los niveles de esta hormona descienden, la piel se reseca de forma natural, provocando picores.
Cuando los niveles de estrógenos se estabilizan al cabo de un año, a menudo con la ayuda de terapia hormonal sustitutiva, el síntoma tiende a desaparecer.
Pero mientras tanto, se recomienda seguir una dieta rica en grasas saludables, dando prioridad a alimentos como el salmón, las nueces y los huevos.
Usar regularmente protector solar -incluso en días nublados- también puede ayudar a mantener la piel húmeda.
También se aconseja a las mujeres evitar los baños o duchas muy calientes, que beban mucha agua, que utilicen jabones suaves, que se exfolien e hidraten con regularidad y que reduzcan el consumo de alcohol y tabaco.
También hay cremas antihistamínicas de venta libre para aliviar la irritación, y los médicos pueden ayudar si los efectos no son manejables.
Zumbidos en los oídos. La menopausia también puede dejar a las mujeres con la desagradable sensación de acúfenos, en teoría. Esto es cuando se oyen ruidos que no provienen del mundo exterior.
Lo más habitual es que suene como un zumbido constante en los oídos, aunque los zumbidos, los murmullos y los silbidos también son signos de esta afección.
Según la encuesta de DR.VEGAN, más de una quinta parte de las mujeres que pasan por el cambio sufren acúfenos. Aunque todavía no se ha establecido una relación causal directa con la menopausia, se cree que está relacionado con el mismo descenso de los niveles hormonales que los demás síntomas.
Aparte de la terapia de reemplazo, también se cree que la respiración profunda, el yoga y otras actividades para reducir el estrés ayudan a aliviar el síntoma. La depresión y los trastornos del estado de ánimo se han relacionado con el tinnitus. El síntoma puede desaparecer por sí solo, aunque no lo hace en todas las personas.
Olor corporal. Otro posible efecto secundario del cambio es el desarrollo de mal olor. Las encuestas sugieren que hasta tres de cada cuatro mujeres experimentan sudores nocturnos o sofocos.
Al igual que ocurre con los sofocos, cuando los niveles de estrógeno descienden, la glándula del hipotálamo en el cerebro es engañada para que piense que se está recalentando.
Esto hace que el cuerpo empiece a sudar en exceso, incluso cuando no se tiene calor. El sudor puede acumularse y provocar un desagradable olor corporal.
Al mismo tiempo, el efecto se ve potenciado por la caída de los niveles de estrógeno, lo que significa que las cantidades de la hormona sexual masculina testosterona son relativamente mayores.
La testosterona puede potenciar los niveles de bacterias en el sudor, haciendo que la humedad huela más.
Los antitranspirantes pueden ayudar a reducir la sudoración bloqueando las glándulas sudoríparas. Algunos también contienen agentes antibacterianos, reduciendo el mal olor.
También se recomiendan la ropa transpirable, los ventiladores y los aerosoles refrescantes y las almohadas refrescantes por la noche.
Rabia e irritabilidad. Con la gran cantidad de síntomas con los que tienen que lidiar las mujeres, no es de extrañar que alrededor del 70% de las que están en la menopausia se sientan irritables. Pero para algunas, esto se traduce en mucha ira o incluso rabia.
La rabia de la perimenopausia difiere de los sentimientos normales de ira porque puede surgir de la nada.
Los cambios de humor son un efecto secundario común del cambio porque el estrógeno desempeña un papel importante en la regulación de la “hormona de la felicidad”, la serotonina.
A medida que los niveles de estrógenos y serotonina descienden, resulta más difícil controlar las emociones negativas.
Los médicos aconsejan realizar las mismas actividades para aliviar el estrés que con los demás síntomas, como el yoga y la meditación, además de la terapia hormonal sustituta.
También animan a las mujeres a permitir que se produzcan los arrebatos de ira en lugar de intentar reprimirlos.
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