La mayoría de niños peruanos padece de caries. Este es un trastorno que le impide absorber correctamente los nutrientes de sus alimentos. El odontólogo Lee Fuller explica que esta realidad se puede revertir si los padres llevan a sus hijos al dentista desde el primer año de vida.

En esa primera visita se examinan los dientes, se le asegura a los padres que estén saliendo correctamente, se comprueba la buena formación mandibular y, si hay algo de caries, se hace una limpieza lo menos invasiva posible.

“La idea es no esperar a que los dientes se llenen de caries, porque tratarlas no resultará una experiencia agradable para el niño, quien después tendrá miedo de volver al consultorio. Lo recomendable es llevarlo dos veces al año”, advierte.

FORMAR EL HÁBITO

Los papás deben empezar a limpiar los dientes de sus pequeños a partir del día en que comienzan a consumir alimentos sólidos. “Con una gasa húmeda o cepillo de goma, se le puede frotar suavemente la cavidad bucal. Lo mejor es usar pasta dental libre de flúor. Esto hasta los dos años, en que el niño aprende a escupir y empieza a cepillarse de forma básica”, precisa el experto.

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