El Sol y la Luna son dos astros (objetos astronómicos individuales que se hallan en el cielo) que desde tiempos inmemoriales han servido como referentes para las diversas civilizaciones y grupos humanos. Pero, ¿por qué se les puso esos nombres?
MÁS INFORMACIÓN: ¿Cuántas horas dura un día en los planetas del Sistema Solar?
El término Sol proviene del latín (idioma usado por los romanos) ‘solis’ (que significaba estrella luminosa o centro de nuestro sistema planetario) y se derivaba de ‘solium’. Sus antecedentes serían al germánico ‘sól’, el sánscrito ‘surya’, el griego ‘helios’, el lituano ‘saule’ y más atrás el etrusco ‘usil’.
‘Solium’ quería decir ‘trono’ o ‘sitial’ (derivado del luminoso carro o trono del dios Apolo o del carro del dios egipcio Amón) y sus antecedentes se hallan en las palabras ‘solus’ (solo, único, porque el Sol es el astro mayor y más determinante de nuestro sistema planetario llamado solar por él) y ‘solidus’ (sólido, consistente).
¿Y por qué se llama Luna?
La palabra Luna, también enunciada en latín en Roma, era una contracción de ‘lucina’, que como ‘lux’, ‘lucis’ (luz), ‘lucere’ (brillar, lucir) o ‘lumen’ (lumbre, luz) procedían de la raíz indoeuropea ‘leuk’ (del griego ‘leukós’, blanco brillante, y ‘lýkhnos’, lámpara).
La voz latina luna significaba ‘la luminosa’ y ‘la que ilumina’. Evocaba una fuerza activa de carácter femenino, como la diosa griega Selene. Otros derivados son el día lunes (de dies Lunae), lunático, interlunio y plenilunio.
Toma nota:
‘Sol Indiges’ (‘sol nativo’ o ‘sol invocado’) es la forma más antigua en que el dios romano Sol era adorado. Después el culto evolucionó al dios ‘Sol Invictus’ (‘Sol Invicto’) para más tarde simplemente rendirse culto al Sol hasta que el cristianismo acabó con esa práctica pagana en Roma.
TE PUEDE INTERESAR: