Pareja de hipopótamos. Foto: ¡Stock.
Pareja de hipopótamos. Foto: ¡Stock.

Los , como los seres humanos, ponen en práctica actitudes y conductas instintivas para seducir a la pareja deseada y lograr el apareamiento, que tiene fines reproductivos.

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Existen muchos rituales que varían según la especie e incluyen diferentes técnicas: danzas, gestos, cantos, pruebas de fuerza y resistencia, manifestaciones de afecto.

Tenemos, por ejemplo, a los loros de frente blanca. Ellos se acurrucan y acercan sus picos, pero entre el momento de los besos crean más ambiente vomitándose uno sobre el otro.

El hipopótamo macho hace algo impensable. Se sube sobre una pila de estiércol y empieza a arrojarlo con su cola, hasta que salpica a la hembra, que queda encandilada con el detalle.

Pingüinos papúa.
Pingüinos papúa.

El ritual de apareamiento del pingüino papúa macho es único. Busca la piedra más bonita para dársela a la hembra. Si ella acepta el gesto, estarán juntos el resto de sus vidas.

Otro que entrega regalos son los jardineros satinados, los machos construyen su nido en el suelo, la forma depende de la especie. Los hay sencillos estilo medio túnel hasta todo un castillo de ramas entretejidas.

Cuando lo terminan, comienzan a llevar una cantidad de objetos, la mayoría de color azul, que colocan en todo el perímetro de su construcción.

Cuando los machos del piquero de patas azules encuentran a una hembra con la que quieren aparearse, alardean de sus patas azules, las enseñan, abren sus alas, alzan la cabeza, todo para sorprender a la dama.

Piqueros de patas azules.
Piqueros de patas azules.

Para atraer a su pareja, el ave del paraíso macho extiende su plumaje de color negro y brillante. El efecto parece casi un rostro resplandeciente. Además, realiza saltos y piruetas, y emite sonidos muy particulares.

Ave del paraíso.
Ave del paraíso.

La jirafa macho golpea con su cabeza a la hembra, hasta que esta se orina. El macho prueba la orina y determina si es su ‘alma gemela’.

Jirafas en cortejo. Foto ¡Stock.
Jirafas en cortejo. Foto ¡Stock.

Ellas toman la iniciativa

Si bien en el mundo animal los machos siempre son los que buscan a la hembra para aparearse, en el caso del panda rojo, es todo lo contrario. Es la hembra la que toma la iniciativa. Ella deja su orina en un lugar del bosque y espera horas a que un macho la sienta cerca.

Panda rojo.
Panda rojo.

Más extrema es la mantis religiosa, que canibaliza a los machos con los que se aparea. Las hembras son más grandes que los machos y, en la mayoría de casos, durante (o después) del apareamiento, la hembra se come al macho.

Si bien el escorpión amarillento macho va en busca de una hembra, cuando la encuentra, ambos inician un cortejo mortal.

Ellos ‘bailan’ en círculos agarrados por las pinzas. El macho deja una bolsa de esperma en el suelo que la hembra recoge. Después de la danza, el macho es devorado por la hembra.

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