Los huesos no son piezas muertas, están vivos. Por fuera, son duros y compactos: esta parte está formada por calcio y fósforo. Por dentro, están vacíos, excepto los huesos de las extremidades que contienen multitud de agujeros y parecen una esponja. Por suerte los huesos no están llenos, sino ¡pesarían mucho!
Son órganos de color blanquecino, duros y resistentes. El conjunto de ellos constituye el esqueleto, que en los adultos consta de 206 huesos.
Están formados por células llamadas osteoblastos y osteoclastos. Estas les permiten realizar tres funciones: crecimiento, remodelación y reparación. Es decir, el hueso es un tejido en permanente actividad. También contienen una sustancia presente en los alimentos, llamada osteína.
MÉDULA ÓSEA
En el hueso se alojan la médula ósea roja y la médula ósea amarilla.La médula ósea roja es la encargada de fabricar los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas de la sangre; se encuentra en los pequeños espacios existentes entre el tejido óseo esponjoso.
La médula ósea amarilla se llama también tuétano. Es un tejido graso situado en el interior del hueso.
ARTICULACIONES
Los huesos no se pueden doblar. Un mecanismo permite la unión entre ellos y facilita el movimiento. Estas son las articulaciones. Sin ellas, ¡estarías inmóvil como una estatua! El codo y la cadera son articulaciones.