Túpac Amaru II fue un hacendado cusqueño mestizo que se sublevó contra los abusos del poder español y remeció al Virreinato del Perú cuando lideró un movimiento que las futuras generaciones evocaron en su lucha por la independencia. Su nombre era José Gabriel Condorcanqui y era llamado Túpac Amaru II por ser descendiente del último inca, Túpac Amaru (1545-1572).
La revolución estalló el 4 de noviembre de 1780 -un día como hoy de hace 240 años- cuando capturó al odiado corregidor de la provincia de Tinta (Cusco), Antonio de Arriaga, español juzgado por sus abusos y ejecutado el 10 de noviembre.
Al inicio, con apoyo de curacas, mestizos y algunos criollos, Túpac Amaru reconoció a la autoridad del rey de España, pero luego los sectores más progresistas -liderados por su valerosa esposa Micaela Bastidas- impulsaron una corriente independentista que llevó a que la insurrección se extienda y radicalice. Las huestes de Túpac Amaru II derrotaron a los realistas en la Batalla de Sangarará (18 de noviembre de 1780). El caudillo invadió el Alto Perú (hoy Bolivia) para buscar seguidores, pero eso permitió que los españoles tengan tiempo para enviar más tropas.
Los rebeldes fueron vencidos el 8 de enero de 1781 por el ejército enviado por el virrey Agustín de Jáuregui y, entre el 5 y 6 de abril, en Tinta, por las tropas del mariscal José del Valle y del visitador José de Areche. Túpac Amaru II huyó, pero fue traicionado y cayó en manos de los españoles. La revolución había fracasado.
DATO
El 18 de mayo de 1781 fue condenado a la pena del descuartizamiento por cuatro caballos. Al resistir su vigoroso cuerpo fue decapitado. Antes tuvo que ver torturar y morir a su esposa e hijos.