A partir de un relato bíblico que no cuenta con sustento histórico alguno, los cristianos de todo el mundo conmemoran todos los 28 de diciembre el ‘Día de los Santos Inocentes’, en recuerdo a la presunta matanza de niños menores de 2 años por orden de Herodes, rey de Judea, quien así pretendía matar a Jesucristo y evitar que cuando creciera sea coronado como el ‘Rey de los judíos’, tal como mencionaban las profecías.
El Evangelio de San Mateo menciona que Herodes ordenó el asesinato en masa de los niños porque los Magos de Oriente (tres reyes según la tradición) no le revelaron dónde nació el Mesías.
Se afirma que la Virgen María, San José y el niño Jesús huyeron a Egipto, donde permanecieron hasta la muerte de Herodes, con lo cual protegieron la vida del Hijo de Dios.
Además del Evangelio de San Mateo, en libros apócrifos (que no integran la Biblia) se habla de la matanza de los niños, tal como sucede en el llamado ‘Evangelio armenio de la infancia’.
Sin embargo, ningún libro menciona la matanza ordenada por Herodes. Incluso el reconocido historiador Flavio Josefo (37–101), en su ‘Historia de Judea’, tampoco dice nada de ese tema, que de haber sucedido seguramente lo hubiera relatado.
Más allá de la discusión, el Día de los Inocentes es tradición cristiana y en España y en América Latina de habla hispana se aprovecha para realizar bromas y engaños de todo tipo.