Los Incas (III).
Los Incas (III).

Estos son los cinco últimos incas que gobernaron el Imperio Incaico, antes de la llegada de los conquistadores españoles.

Amaru Inca Yupanqui: Fue el décimo en asumir el gobierno en el Tahuantinsuyo. Hijo y sucesor de Pachacútec, con el cargo de Corregente, por lo general no es incluido en la lista de los gobernantes incas, pues su mandato fue muy breve, siendo rápidamente reemplazado por su hermano Túpac Yupanqui. Fue apodado ‘El bueno’, ya que era muy pacífico y bondadoso, y no aficionado a la guerra. No dejó panaca (linaje) ni tuvo palacio conocido.

Huayna Cápac: Fue hijo de Túpac Yupanqui y, desde muy joven, participó en el gobierno. En las provincias que conquistó, tuvo que enfrentar continuas rebeliones. Aún así, conquistó la zona del Golfo de Guayaquil y la región de los Chachapoyas. Huayna Cápac simbolizó el esplendor del imperio. Murió en Quito víctima de la viruela. Su momia fue llevada al Cusco por los nobles incas.

Túpac Yupanqui: Durante su reinado, se construyeron grandes embarcaciones de vela en las que se realizaron expediciones hacia las islas Galápagos. Dominó a los paltas y cañaris del Ecuador, llegando hasta Tumibamba, en Quito. También fueron sometidos los Chachapoyas, para lo cual tuvo que cruzar el río Marañón. Fue un gran conquistador, destacado por sus sabias decisiones en favor de la justicia.

Huáscar: Huáscar era uno de los 200 hijos de sangre de Huayna Cápac. A la muerte de este, Huáscar heredero legítimo, fue coronado en el Cusco. Iguales pretensiones abrigaba su hermano Atahualpa. Se desencadenó la guerra entre los dos hermanos y duró varios años. Huáscar terminó por ser vencido y asesinado por Atahualpa.

Atahualpa: Reinó hacia 1532 d.C. Fue hijo de Huayna Cápac y hermano de Huáscar, con quien sostuvo una larga guerra civil. Después de derrotar a Huáscar se dirigió a Cajamarca, donde proyectaba coronarse inca. Estando en ese lugar, llegaron los españoles, quienes lo apresaron. Poco después se le hizo un juicio sumario y fue condenado a muerte.

Algunos historiadores consideran que Atahualpa no debe ser incluido en la cápac cuna, argumentando que este se habría declarado súbdito de Carlos I de España, además del hecho de que nunca llegó a ceñirse la mascapaicha, el símbolo del poder imperial.

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