Siempre es posible mejorar nuestra forma de expresar ideas, por escrito o verbalmente, y eso incluye el empleo de los adjetivos (términos que expresan una cualidad o califican o determinan a un sustantivo).
Mira también:
En el caso del adverbio muy, que es una forma reducida de mucho, solemos anteponerlo a adjetivos y adverbios no comparativos para indicar el grado alto de la propiedad mencionada. Es el caso, por ejemplo, de muy bonito, que podríamos reemplazar por el vocablo precioso.
Al referirnos a algo muy bueno (de valor positivo o útil), mejor sería usar la palabra excelente; como sofocante en vez de muy caluroso; exhausto en lugar de muy cansado y frágil en reemplazo de muy débil.
Si queremos omitir el adverbio muy para resaltar un adjetivo también podemos hacerlo con los casos de muy aburrido (en lugar de tedioso), muy asustado (atemorizado), muy atrevido (osado), muy claro (obvio), muy detallista (meticuloso), muy diferente (dispar), muy difícil (arduo), muy emocionado (entusiasmado) y muy enfadado (furioso).
También en las expresiones muy feliz (dichoso), muy feo (horrible), muy frío (gélido), muy grande (enorme), muy gordo (obeso), muy importante (crucial), muy inteligente (brillante), muy limpio (impoluto), muy lujoso (fastuoso), muy maleducado (grosero) y muy malo (cruel).
Igual funciona en muy necesario (esencial), muy nervioso (inquieto), muy pequeño (diminuto), muy pesado (insoportable), muy preocupado (angustiado), muy quieto (estático), muy rápido (apresurado) y muy raro (peculiar).
Muy feliz (dichoso). Foto: ¡Stock.
Otras alternativas a muy
El adverbio muy también tienes alternativas como sumamente (Estoy sumamente feliz por mi viaje a Arequipa), extremadamente (Es un mensaje extremadamente negativo), altamente (Se trata de una decisión altamente política) y realmente (Estoy realmente decepcionado de ti).
Así como absolutamente (Estoy absolutamente convencido de mi decisión), completamente (Estoy completamente de acuerdo contigo) e increíblemente (Desde aquí las vistas son increíblemente bonitas).
En contextos anafóricos, es decir cuando se está en relación con una palabra o grupo de palabras recién nombrados, muy se refiere a un grado alto de la propiedad mencionada.
En este sentido, muy va sola sin adjetivo o adverbio explícito y significa mucho.
Ejemplo: - ¿Te agradó el partido? - Muy.
Tal uso de muy es frecuente en Argentina y Uruguay, y lo acepta la Real Academia de la Lengua Española.
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