La demanda de alimentos es un mecanismo legal que permite a los padres garantizar la protección y el bienestar de sus hijos menores de edad cuando la otra parte se niega a proporcionar los recursos necesarios para su manutención. Este proceso judicial, esencial en el ámbito del Derecho de Familia, asegura que los menores reciban la pensión alimenticia correspondiente, incluso si uno de los progenitores inicialmente no reconoce su paternidad o maternidad.
“Con este proceso es posible proteger los derechos de los niños. Es necesario equilibrar sus necesidades con la capacidad del demandado, presentar pruebas y una lista detallada de gastos para asegurar que el menor reciba una pensión adecuada y justa”, explica Sofía Chávez Holguín, abogada especialista en Derecho de Familia del Estudio Fuentes.
Requisitos para una demanda de alimentos
Para iniciar una demanda de alimentos, el padre o la madre deben recurrir al Juzgado de Paz Letrado más cercano.
Después se deben completar los siguientes pasos:
1. Copia simple del DNI del demandante y la ficha Reniec del demandado para saber el domicilio donde se notificará la demanda.
2. Partida de nacimiento del menor.
3. Lista detallada de los gastos debidamente sustentada con documentos de prueba que acrediten el monto solicitado. (vivienda, alimentación, estudios, vestimenta y otras actividades).
Tras completar los requisitos solicitados, se tendrá que esperar hasta que proceda la demanda por pensión de alimentos.
“La demanda de alimentos no solo garantiza el cumplimiento del pago de la pensión, sino que también establece una responsabilidad legal clara. No cumplir con la orden judicial de proporcionar alimentos puede llevar a incurrir en el delito de omisión a la asistencia familiar, una infracción grave con consecuencias legales significativas”, destaca la jurista.
¿En qué caso el padre puede pedir una demanda de alimentos a la madre?
Es importante señalar que el derecho a presentar una demanda de alimentos no es exclusivo de las madres. Los padres también pueden realizar este trámite contra la madre cuando ellos ejercen la tenencia del menor hijo. Este aspecto resalta la igualdad de derechos y responsabilidades en la crianza y manutención de los hijos, independientemente del género del progenitor.
La demanda de alimentos es, sin duda, un recurso vital para proteger los derechos de los menores y asegurar que reciban los recursos necesarios para su desarrollo integral.
Este mecanismo judicial no solo equilibra las responsabilidades parentales, sino que también refuerza el compromiso de la sociedad con el bienestar de sus niños y niñas. En una época donde la estabilidad económica y emocional de los menores es crucial para su futuro, la demanda de alimentos se erige como un baluarte de justicia y equidad, garantizando que ningún niño quede desamparado frente a la indiferencia o el abandono de sus progenitores.
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