¡Empodérate! Eres más fuerte y guerrera de lo que crees

No lo hagas para cumplir con la sociedad, hazlo porque verdaderamente tienes que creértela. Somos más fuertes de lo que imaginamos y no permitamos que nadie nos diga lo contrario. Si bien la vida no es un jardín de flores sin espinas, cojamos cada espina, cada herida y cada dolor para construir fortaleza, empatía y mucho coraje.

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“El primer paso para empoderarse es quererse a una misma. Ese amor te quitará la venda de los ojos y te dará fuerzas para que luches por lo que quieres y venzas el miedo que muchas veces te paraliza. Si eres fuerte emocionalmente no te dejarás controlar, manipular, ni lastimar por nadie”, afirma la psicóloga Clara Cuba.

Una mujer empoderada confía en sí misma, se respeta, se cuida, se valora y se protege; mira sus errores con ojos de experiencia y no de tristeza, se viste de valentía y sale a pelear sus batallas todos los días. “Vivimos en una sociedad que cada vez se va librando de machismos, pero todavía hay mucho camino por delante. Para construir igualdad, primero hay que construir y reconstruir autoestimas”, afirma la experta.

¿Quiénes son las ‘personas vitamina’ y por qué es clave tenerlas en tu vida?

El psicólogo Ítalo Arrúe explica que este tipo de persona mantiene una perspectiva distinta de la vida, su mirada es optimista y llena de ilusión. “No se enfocan en los problemas, sino en cómo responden ante ellos. Gestionan sus emociones, tratan de sacarle el lado positivo y realista a todo lo que sucede”, comenta.

Arrúe enumera cinco cualidades que destacan en una ‘persona vitamina’:

• Escuchan activamente y son empáticas. Realmente están presentes en la conversación y no compiten por atención. Entienden lo que sientes y se ponen en tu lugar.
• Resuelven problemas. No se enfocan en las quejas, sino en las posibles soluciones.
• Entusiasta y sin dramas. Aprenden de los errores.
• Te da confianza y recarga de energías. Disfruta los pequeños momentos y tiene mucho sentido del humor. Saca lo mejor de ti.
• Evita las críticas malintencionadas. Se concentra en mejorar día a día como persona, no en los errores del resto para sentirse superior.

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