No te pierdas la columna del pediatra Carlos Chacón, todos los martes. Foto: Composición Trome.
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El hogar, que debería ser el lugar más seguro para un niño, a veces se convierte en escenario de accidentes graves. Caídas, quemaduras y golpes pueden ocurrir en segundos, y en muchos casos, la rapidez con la que actúan los padres y el personal médico es clave para salvar vidas.

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A continuación, presentamos tres casos reales que muestran la importancia de la prevención y la atención inmediata.

Caso 1

Niño de 7 años con retraso psicomotor y periodos de agitación. Vive en un cuarto piso y es llevado a emergencia por el SAMU a causa de una caída de su balcón.

Tiene múltiples fracturas, de fémur y de tobillos, así como fractura en columna vertebral.

Además, tiene signos de sangrado intraabdominal. Se realiza ecografía y se detecta traumatismo en hígado.

Entra a sala de operaciones y se estabilizan la columna y el fémur.

Caso 2

Accidente por quemadura. Niño de 1 año que, jugando en la cocina, le cae encima agua hirviendo. Registra quemaduras de segundo y tercer grado en abdomen y tórax.

Los padres le dan un baño con agua fría y lo llevan a emergencia.

Caso 3

Niño de 3 años que, jugando en el aparador, le cae el televisor. Fue llevado a emergencia donde se le diagnostica traumatismo encéfalo craneano severo.

En estos casos, la vida del niño depende en gran medida de la rapidez con la que actúan tanto los padres como el personal médico.

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