El pasado 17 de diciembre, el papa Francisco cumplió 88 años y, a pesar de los problemas de salud y movilidad que enfrenta, sigue desempeñando sus funciones. Es el segundo pontífice más longevo de la historia, solo superado por León XIII (Vincenzo Gioacchino Rafaelle Luigi Pecci), fallecido el 20 de julio de 1903 a los 93 años.
A la muerte de Pío IX (1792-1878), Pecci fue ordenado papa. Muchos pensaron que se trataba de un papado de transición debido a que tenía 68 años y un precario estado de salud. Sin embargo, este frágil pastor gobernó como León XIII durante poco más de un cuarto de siglo.
Fue llamado ‘el papa de las encíclicas’ (cartas solemnes), pues publicó más de 50. La más conocida de ellas es Rerum Novarum que inicia el llamado ‘magisterio social pontificio’. En ella deploró la opresión y virtual esclavitud de los pobres por parte de ‘un puñado de gente muy rica’ y preconizó salarios justos y el derecho a organizar sindicatos, preferentemente católicos.
Promovió el rezo del Santo Rosario y la expansión del catolicismo en Estados Unidos. Medió en conflictos entre países y propició el entendimiento con otros credos, especialmente los cristianos. Vivió y trabajó hasta los 93 años.
El suyo es el tercer papado más largo de la historia (25 años, 5 meses y un día). El primero es el de Pío IX que gobernó 31 años, 7 meses y 22 días, y el segundo de Juan Pablo II, con 26 años, 5 meses y 18 días. Además, León XIII, nacido en 1810, fue una de las personas más antiguas en ser filmada.
Hubo un pontífice que, al parecer, ha superado a todos. Agatón fue elegido papa en el año 678 y murió en el 681, cuando, según escritos, tenía entre 102 y 104 años. Se encuentra información variada de su vida debido a la época en que fue nombrado. En tanto, Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) fue entronizado con 78 años, el 19 de abril de 2005, y renunció cuando tenía 86, el 11 de febrero de 2013. Murió a la edad de 95 años. Tuvo ocho años de papado.
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