Aunque no lo creas, las heces de tu perro contienen mucha información sobre su estado de salud.
Si muestran un color amarillo, podrían indicarnos una posible alergia, intestino irritable o parásitos.
Si tu mascota consume hierbas, las heces se tornan verdes; sin embargo, también podría ser un indicativo de parásitos o alergias.
Por otro lado, si son rojas y pestilentes, podría deberse a parvovirus o hemorragias internas.
En caso de que las deposiciones presenten un color blanco, la causa puede estar en un consumo excesivo de calcio o una alimentación incorrecta.
Asimismo, cuando tiene problemas en el páncreas y en el hígado hace sus deposiciones de color grisáceo.
Si estas son negras significa que presenta una hemorragia interna.
Por último, si las heces contienen puntos blancos es porque la mascota presenta parásitos. Las heces deben ser siempre de un color marrón oscuro.