Pueden haber muchas maneras de educar a los hijos, pero los psicólogos coinciden en que la mejor es con el ejemplo, ya que los actos de los padres son los que ejercen una poderosa influencia en ellos.
“De nada sirve pedirle que sea sincero si ve a sus padres mentir, o que no pelee con su hermanito si las discusiones entre adultos en casa son el ‘pan de cada día’”, dice el psicoterapeuta Hans Gutiérrez.
Asegura que, cuando los papás no son coherentes entre lo que dicen y hacen, el niño primero se sorprende y -luego- se va dando permisos sociales para realizar los mismos actos que sus padres.
Empieza a engañar, pelear e incluso, a robar porque se rige bajo confusas normas de conducta.
DE TAL PALO...
Si un menor percibe que los adultos actúan con prudencia, él aprenderá que esa es la mejor postura a tomar frente a cualquier situación.
POR BUEN CAMINO
Gutiérrez exhorta a los padres a criar a sus niños desde su lado más adulto y maduro. Si se permiten un mal ejemplo, es bueno pedir disculpas y enseñarles a tiempo el camino correcto.
Sabías que: Las conductas envueltas en momentos emotivos se fijan más rápido en la mente del niño. Ejemplo: enseñarle a ser compasivo yendo a un albergue de animales.