Sientes que las deudas te están ‘ahorcando’ y lo peor es que no tienes dinero para amortiguarlas, ¡tranquilo! Recuerda que siempre hay una luz al final del túnel. Lo primero que debes hacer es sentarte y poner sobre la mesa todas las posibles soluciones a tu problema financiero. En esta tarea, Liliana Lescano, jefa de Productos de Caja Piura, te ayudará con algunas recomendaciones:
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REESTRUCTURA TU PRESUPUESTO. Reduce los gastos de la casa y personales al máximo. Elimina suscripciones (Netflix, Amazon, Spotify, YouTube, etc.), olvídate de las comidas fuera de casa y de las golosinas o ‘antojitos’ en la calle. Estos ajustes los harás hasta que te recuperes.
HABLA CON LA ENTIDAD FINANCIERA. Puedes solicitar una reprogramación de deuda (puedes reducir el monto a pagar cada mes y ampliar el plazo de pago hasta que mejore tu economía) o una consolidación de deuda (juntar todas tus deudas, así solo tendrás una sola obligación que pagar).
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ESCONDE LAS TARJETAS DE CRÉDITO. Si ya estás endeudado, ¿para qué empeorar la situación? Sé consciente y ya no las uses, arréglatelas con el efectivo que cuentes. Solo úsalas en casos de emergencia.
VENDE ALGÚN BIEN. Esto hará que tengas liquidez y puedas cumplir con tus obligaciones con las entidades financieras.
SABÍAS QUE...
Busca la manera de generar más ingresos, puedes vender ropa, zapatos o accesorios que ya no uses y estén en buen estado.
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Lo primero que debes hacer es preguntarte ¿dónde se generan tus deudas? Luego, haz una lista de todos los pagos fijos que realizas cada mes, ya sea por concepto de servicios básicos, transporte, alimentación, alquiler, etc.
No emplees el efectivo de una tarjeta de crédito para cancelar las deudas generadas por otra y lo que es peor, solicitar más tarjetas con el mismo objetivo. Foto: iStock.
A veces somos muy entusiastas al adquirir ciertos productos y servicios. Creemos que, a fin de mes, el dinero alcanzará para cubrir todos los gastos que hicimos y si no es así, empiezan los problemas, dado que se hace muy difícil asumir los compromisos de pago. Descuida, todo tiene solución. Anna Lenka Jáuregui, especialista en Finanzas Personales del ABC del BCP, te propone un plan que podría ayudarte a reorganizar tu vida financiera.
1. IDENTIFICA AL ENEMIGO
Pregúntate ¿dónde se generan tus deudas? Luego, haz una lista de todos los pagos fijos que realizas cada mes, ya sea por concepto de servicios básicos, transporte, alimentación, alquiler, etc. A continuación, anota el dinero que destinaste en la compra de ropa, calzado, accesorios, tickets para el cine, entre otros gastos. Finalmente, suma todo y como lo más probable es que el monto total supere a tu sueldo, evalúa qué tipo de ahorro puedes generar, quizá gastando menos en prendas, pasatiempos o entretenimiento. Ten presente que, tal como lo acabas de comprobar, esas compras te están ocasionando problemas.
2. CUIDADO CON EL RULETEO
No emplees el efectivo de una tarjeta de crédito para cancelar las deudas generadas por otra y lo que es peor, solicitar más tarjetas con el mismo objetivo. “Se cae en un penoso carrusel que puede no tener fin”.
3. MEJOR, ACÉRCATE AL BANCO
Permite que la entidad bancaria de tu elección verifique todas las deudas que has contraído con las tarjetas. Este banco puede ofrecerte pagarlas a cambio de que todas se unifiquen en esa entidad, y te favorece porque reduce la tasa de interés de la deuda total. “De esta manera, puedes empezar de cero, sin tener que pagar varias en paralelo. Solo verifica que tu nueva cuota mensual se adapte a tu capacidad de pago”.
4. ANALIZA SOLICITAR UN PRÉSTAMO PERSONAL
Si necesitas un monto de dinero exacto para salir de deudas, entonces solicita en el banco un préstamo personal que, generalmente, tiene una tasa de interés más baja que las tarjetas de crédito. Solo no pidas más plata de la que necesites porque tus cuotas de pago se elevarán. No olvides que tu objetivo es salir de la que crisis financiera en la vives.
AHORRA
Una vez que te libres de tus deudas, empieza a destinar un pequeño porcentaje de tu sueldo al ahorro. Ese dinero que vayas acumulando será siempre un salvavidas en caso de que se te presente una emergencia. De esta manera, nunca más volverás a vivir al límite.
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