
La determinación, la fuerza y la perseverancia llevaron a doña María a alcanzar sus objetivos. Nació con el espíritu emprendedor, por lo que fundó su ferretería en una zona del norte de Lima, aunque para lograrlo debió sobreponerse a múltiples desafíos, siempre con la frente en alto.
Estudió para ser técnica en farmacia, pero a los 21 años decidió iniciar un negocio de artefactos de línea blanca en Polvos Azules.
Gracias a su carisma, empeño y empatía, se consolidó en el rubro. Todo parecía marchar como lo había soñado, hasta que un incendio en el centro comercial redujo su esfuerzo a cenizas y la obligó a viajar a Argentina.
Diez años después regresó a Lima con el ánimo intacto, aunque sin nada seguro.

La incertidumbre la invadía, hasta que una idea clara apareció: “Un primo me dijo que podía empezar con una ferretería”.
La propuesta la ilusionó y no paró hasta convencer a su esposo. Juntos se mudaron a Lima Norte e iniciaron un proyecto que los enfrentaba a un terreno desconocido.
María no era experta en ferretería, pero contaba con un arma más poderosa: su perseverancia.
Comenzó con un local alquilado, pocas bolsas de cemento, maderas, alambres y clavos. Pronto, el espacio quedó pequeño por la afluencia de clientes. Todos los días, ella y su pareja se levantaban a las 5 de la mañana para reponer mercadería.

La buena temporada no siempre los acompañó; como todo negocio, también enfrentaron momentos difíciles. Sin embargo, la ferretería sigue firme gracias a la confianza de sus clientes.
“Los vecinos vienen a comprar con seguridad porque vendemos productos de calidad y con el peso exacto”, afirma.
María mira el futuro con esperanza y, a sus 60 años, todavía sigue soñando con nuevos proyectos.
CÓMO MATENER TU EQUIPO MOTIVADO
Un equipo motivado es clave para lograr objetivos y mantener la productividad. Con estas cinco recomendaciones podrás fortalecer el compromiso y la energía de tu grupo.
1. Reconoce los logros
Hazlo de manera constante, no solo cuando se alcanzan grandes metas. Celebrar pequeños avances mantiene al equipo con energía y compromiso.
2. Establece objetivos claros y alcanzables
Cuando cada miembro sabe exactamente qué se espera de él y cuál es su aporte, se reduce la confusión y aumenta la responsabilidad.
3. Fomenta el equilibrio entre trabajo y vida personal
Un equipo agotado pierde motivación rápidamente. Promueve pausas, horarios flexibles y respeta su tiempo fuera del trabajo.
4. Ofrece oportunidades de aprendizaje y crecimiento
Capacitaciones, talleres o posibilidades de ascenso no solo mejoran habilidades, sino también demuestran que la empresa invierte en su desarrollo.
5. Escucha y valora sus opiniones
Realiza reuniones periódicas para recoger sugerencias, involúcralos en decisiones y actúa sobre sus aportes siempre que sea posible.









