Nuestro espacio laboral debería ser el más seguro para poder desempeñar con tranquilidad nuestras responsabilidades. Sin embargo, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los accidentes ocupacionales ocasionan alrededor de 2.78 millones de muertes al año y dejan cerca de 374 millones de personas afectadas por lesiones no mortales.
Entre los riesgos laborales más frecuentes están los relacionados con la corriente eléctrica. Si bien la electricidad es un recurso imprescindible para el funcionamiento de todo emprendimiento, su manejo debe hacerse de forma responsable, siguiendo parámetros establecidos, a fin de evitar daños que van desde quemaduras hasta el fallecimiento.
Las empresas tienen que crear un entorno adecuado en el que los trabajadores realicen sus funciones sin poner en peligro su integridad. Asimismo, por ser quienes acceden a los equipos, los empleados están llamados a involucrarse en la seguridad eléctrica, siguiendo las directivas y, en caso de detectar anomalías en un aparato, en el cableado o en los implementos de protección, deben comunicar al área correspondiente, menciona Fernando Gainza, gerente comercial de CELSA, quien nos brinda cinco recomendaciones para prevenir accidentes eléctricos en el trabajo:
- Familiarizarse con los componentes. Aunque el mantenimiento de las instalaciones es tarea del personal autorizado, todos los trabajadores tienen que recibir información acerca del uso correcto de los dispositivos y las medidas de seguridad.
- Revisar los equipos. El manipular una máquina con defectos internos expone a quien la maneja a sufrir descargas indirectas al tocar la superficie de los aparatos. Es importante colocar un sistema de puesta a tierra y hacer evaluaciones periódicas de las maquinarias.
- Cambiar las conexiones en mal estado. El utilizar cables que no cuenten con el aislamiento indicado o que carezcan de una sección suficiente para resistir la corriente puede ocasionar incendios y electrocuciones. A la primera deficiencia encontrada, se deben reemplazar por conductores de calidad y seguridad.
- Suprimir instalaciones ilegales. Este tipo de conexiones ponen en riesgo, no solo el patrimonio de la empresa, sino también la vida de quienes las usan a diario. Además, es importante no utilizar circuitos provisionales como si fueran permanentes.
- Respetar protocolos de seguridad personal y colectiva. El uso de los equipos de protección individual (EPIs) que incluyen guantes, botas, cascos, etc., pueden llegar a salvar la vida de los operarios. Es necesario verificar que se encuentre en óptimas condiciones. Igualmente, se debe mantener en buen estado la señalización de zonas peligrosas y alejar las instalaciones fuera del alcance con el objetivo de evitar un choque eléctrico por contacto directo.
La seguridad en el trabajo es una responsabilidad que los empleadores tienen con sus trabajadores. El tomar las previsiones del caso y seguir las normas establecidas por las autoridades disminuyen el riesgo de accidentes y mejoran el ambiente laboral para todos los colaboradores, finaliza Gainza.