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Nuestro país tiene uno de los mayores índices de radiación solar, bordeando los 15 puntos en algunas zonas. Esto es una amenaza para la salud, debido a que nuestra piel se encuentra expuesta al sol durante la mayor parte del día, no solo si vamos a la playa, sino en todas nuestras actividades diarias al aire libre.
Todos tenemos en algún lugar del cuerpo un lunar. No habría ningún problema si este no empezara a cambiar de aspecto o forma de la noche a la mañana. Verónica Vilcahuamán, dermatóloga consultada por Palmera Sun, nos muestra cinco señales que nos ayudarán a detectar un lunar peligroso:
1. Forma: Los bordes son irregulares, asimétricos, desiguales.
2. Tamaño: Mide más de 6 milímetros de ancho, como del tamaño del borrador de un lápiz. Los melanomas algunas veces pueden ser más pequeños que esto.
3. Color: No es uniforme y puede tener sombras color marrón o negras, blancas, rosadas, rojas, azules o blancas.
5. Superficie: Muestra costras, ulceración o secreción.
Si detecta alguna de estas señales o presenta algún lunar dudoso, acuda lo más pronto posible a ver a un dermatólogo. Y, como más vale prevenir que lamentar, siga las siguientes recomendaciones básicas para evitar la aparición de lunares cancerígenos:
- Use un protector solar adecuado: Aplicar media hora antes de exponerse al sol y reaplicar cada dos horas.
- Utilice ropa de trama oscura, gorros de ala ancha y lentes de sol (con protección UV).
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