Tu hijo dice que quiere ser veterinario, pero también se muestra atraído por la ingeniería electrónica. Este es un escenario común en un menor que sale recién del colegio y no sabe qué carrera estudiar. Por eso, lo mejor que puedes hacer es ayudarlo a conseguir orientación.
Según Fernando Gil, de la Escuela de Coaching ‘Jamming’, no se trata solo de llenar un test psicológico, sino de hacer un coaching vocacional. “Este es un análisis más profundo en base a la introspección, es decir se da una mirada hacia el interior y, a través de una batería de preguntas, se ayuda a conocer para qué es bueno el chico y en qué carrera podría sentirse satisfecho”, explica Gil.
Agrega que a diferencia de los tests vocacionales, el coaching recurre al más alto nivel de conciencia, ya que no dice qué tiene que estudiar el menor, sino trabaja el autoconocimiento, es decir lo ayuda a explorar sus propias inquietudes y habilidades para que sepa qué camino elegir.
A TOMAR EN CUENTA
Hay dos tipos de habilidades que tu hijo debe saber diferenciar: las innatas y las aprendidas. Ambas son claves para saber en qué se podría desarrollar el adolescente. También es esencial tomar en cuenta las carreras que ofrecen las universidades, las necesidades del mercado y las expectativas salariales una vez egresado, pero lo que va a asegurar la felicidad de tu hijo y su constancia en el trabajo, a largo plazo, es la concordancia de la profesión que elija con sus valores. Recuerda el dicho: ‘Quien escoge el trabajo que ama, nunca trabaja’.
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Tu hijo dice que quiere ser veterinario, pero también se muestra atraído por la ingeniería electrónica. Este es un escenario común en un menor que sale recién del colegio y no sabe qué carrera estudiar. Por eso, lo mejor que puedes hacer es ayudarlo a conseguir orientación.
Según Fernando Gil, de la Escuela de Coaching ‘Jamming’, no se trata solo de llenar un test psicológico, sino de hacer un coaching vocacional. “Este es un análisis más profundo en base a la introspección, es decir se da una mirada hacia el interior y, a través de una batería de preguntas, se ayuda a conocer para qué es bueno el chico y en qué carrera podría sentirse satisfecho”, explica Gil.
Agrega que a diferencia de los tests vocacionales, el coaching recurre al más alto nivel de conciencia, ya que no dice qué tiene que estudiar el menor, sino trabaja el autoconocimiento, es decir lo ayuda a explorar sus propias inquietudes y habilidades para que sepa qué camino elegir.
A TOMAR EN CUENTA
Hay dos tipos de habilidades que tu hijo debe saber diferenciar: las innatas y las aprendidas. Ambas son claves para saber en qué se podría desarrollar el adolescente. También es esencial tomar en cuenta las carreras que ofrecen las universidades, las necesidades del mercado y las expectativas salariales una vez egresado, pero lo que va a asegurar la felicidad de tu hijo y su constancia en el trabajo, a largo plazo, es la concordancia de la profesión que elija con sus valores. Recuerda el dicho: ‘Quien escoge el trabajo que ama, nunca trabaja’.
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