Cuando los niños están de vacaciones es muy difícil tenerlos bajo control. El problema es que entre tanto juego y travesura, ellos pueden causarse más de una lesión accidental. Y si hablamos de accidentes, los más comunes entre los pequeños son los raspones en las rodillas. ¿Sabes cómo curarlos?
El médico internista Julio Cachay sugiere que lo primero que debemos hacer es mantener la calma y evitar que el menor se altere y termine empeorando la herida. Luego de eso, tenemos que identificar la gravedad de la lesión para saber cómo tenemos que actuar.
DAÑO LEVE
Cuando la herida es casi superficial, es posible tratarla en casa. El primer paso es siempre lavar y desinfectar la zona afectada, lo recomendable es hacerlo con un jabón antibacterial, para poder eliminar los cuerpos extraños y evitar infecciones. Secar con una toalla, haciendo palmaditas leves, y aplicar una crema antibiótica.
DAÑO PROFUNDO
Si el raspón es profundo, lo mejor es buscar atención médica. La forma de reconocer este tipo de lesión, es observando si la herida ha dejado expuesta grasa subcutánea, músculo o hueso. Otro detalle es el sangrado abundante y si empieza a mostrar pus a los pocos minutos.