Para muchos, los obesos son obesos y los delgados, delgados. Sin embargo, también existen los obesos delgados. Es decir, aquellos que a simple vista parecen tener una contextura atlética, pero por dentro tienen depósitos de grasa. El término médico, en este tipo de personas, es metabólicamente obeso con peso normal (MOPN).

Para prevenir este mal lo principal es no guiarnos por el peso que tenemos, sino de toda la composición corporal.

Según Martina Gómez, del Centro de Terapias Alternativas y Antienvejecimiento, existen máquinas que permiten saber el porcentaje de grasa total, visceral (de abdomen), de agua, metabolismo basal (gasto energético), masa ósea y muscular.

“Estos indicadores permiten hacer un diagnóstico preciso y recomendar la terapia más adecuada para recuperar la salud”, dice Gómez.

QUÉ COMER

Para reducir la grasa, se debe comer sano y hacer ejercicios. Incluye en tu dieta proteína animal magra (pollo o huevos), semillas, vegetales y frutas. Prefiere harinas integrales en lugar de las blancas, come pescados dos o tres veces a la semana y vitamina C, ya que combate los residuos tóxicos y fortalece el sistema inmunológico.

La encuentras en el camu-camu, brócoli y naranja, pero también la puedes aprovechar por vía intravenosa, ya que se asimila por completo y tiene efectos terapéuticos en casos de triglicéridos, diabetes, colesterol, asma, bronquitis y tumores.

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