A causa del intenso calor, sudor y uso de ropa sintética se suelen presentar más casos de infección urinaria o cistitis durante el verano, sobre todo en mujeres.
Esta afección, explica el urólogo José Siles, ocurre cuando la uretra y la vejiga, órganos de las vías urinarias, se contaminan por una bacteria conocida como escherichia coli (E. coli), que prolifera cuando la zona íntima alcanza una humedad superior.
Este microorganismo también ingresa al cuerpo por una mala limpieza después de ir al baño o tras las relaciones sexuales. Esto provoca necesidad imperiosa de miccionar, ardor al hacerlo, y calambres en la parte baja del abdomen.
“Apenas la bacteria llega a la uretra, se dirige a la vejiga y es allí donde se desarrolla el mal. Se debe realizar un análisis de orina y un urocultivo para recibir el tratamiento adecuado”, dice el especialista. Además, la paciente -indica- tiene que beber bastante líquidos, no retener orina ni quedarse con las ganas de ir al baño.
A TIEMPO
El diagnóstico y tratamiento oportunos evita que la escherichia coli llegue a los riñones y produzca un proceso infeccioso más severo, que lleve a la hospitalización.