Si eres de los que duerme con el televisor prendido, debes saber que este puede ser el motivo por el cual siempre estás somnoliento, deprimido o te resulta muy difícil bajar de peso.
Estudios revelan que cuando la luz del televisor llega al rostro afecta la producción de melatonina, una hormona que se libera cuando detecta oscuridad y que regula el sueño, el estado de ánimo y metabolismo (acto de procesar los alimentos en el cuerpo para convertirlo en energía).
Cuando esta hormona no se produce en forma adecuada el cuerpo tiende a acumular cansancio, malestar y a ganar peso, ya que no se procesan bien los nutrientes consumidos durante el día.
“Estamos diseñados para dormir en la oscuridad. Cuando el sol sale, los receptores de luz que se encuentran en la retina, detrás del ojo, nos avisan que es tiempo de despertar, inhibiendo la secreción de melatonina, la hormona que nos hace dormir”, dice Guy Meadow, médico de la Escuela del Sueño de Londres.
DUERME BIEN
La luz de la televisión confunde a tu cerebro y evita que descanses como deberías. Es exactamente lo mismo cuando dejas muy cerca de tu cama el celular o tablet. Por ello, lo ideal es que apagues los aparatos electrónicos para descansar bien durante la noche.