Las mujeres solemos preocuparnos más por nuestra piel y olvidamos el cabello, que también es nuestra carta de presentación. Así como el serum facial posee una concentración de activos que actúan de forma rápida para reparar e hidratar el cutis, las mascarillas capilares reúnen nutrientes que brindan muchos beneficios a nuestra melena, como la hidratación, reparación y brillo.
Aún existen muchos mitos y dudas sobre cómo utilizar las mascarillas, pero no te preocupes porque los especialistas de Herbal Essences te darán cuatro tips para que empieces a incluirlos en tu rutina de belleza cuanto antes:
1. La mascarilla que se adapte a tu necesidad. Si lo que buscas es reparar tu pelo por los daños que ha sufrido tras el planchado, decoloración, tinte o tratamientos químicos, el aceite de Argán es el ingrediente perfecto para ti. Por eso, busca productos que tengan este componente en su preparación. Te ayudará a reconstruir el pelo, dejándolo suave y devolviéndole la sensación de vida.
Por otro lado, si tu cabello está debilitado, se cae fácilmente, y no tiene brillo, la leche de coco es el ingrediente central que necesitas para regresarle a tu melena los nutrientes perdidos.
2. A mayor tiempo, mejor resultado. Esto es falso. Muchas personas creen que mientras más tiempo utilizan la mascarilla, mayor efecto genera en su cabello; incluso hay quienes la dejan activa toda la noche. Esto puede generar tener un efecto negativo pues podría absorber los nutrientes de tu cuero cabelludo. Si la mascarilla tiene instrucciones de uso, colócatela el tiempo que indique. En caso no las tenga, utilizarla en un rango de 5 a 20 minutos, será el tiempo suficiente para que haga el efecto necesario.
3. Nada en exceso es bueno. Si eres de las personas que aman utilizar mascarillas y, por eso, quieres usarlas todos los días, este consejo es para ti: Nada en exceso puede ser bueno, por eso se recomienda que te apliques el producto de 1 a 3 veces por semana. La cantidad de veces dependerá del estado en que se encuentre tu cabello.
4. Primero lava, después aplica. Este puede parecer un paso sencillo pero, muchas veces, nos podemos olvidar. Debes lavar tu cabello con champú y acondicionador, secar los excesos de humedad suavemente con tu toalla, y aplicar la mascarilla sin tocar tus raíces.