
El amor sano nunca debería sentirse como una cárcel. Sin embargo, muchas veces el control se esconde detrás de gestos que parecen románticos, como la preocupación excesiva o los ‘consejos’ que te aíslan de tu entorno. Este tipo de conductas, aunque puedan parecer muestras de cariño, son un tipo de violencia que puede afectar tu autoestima y bienestar.
“Ten presente que el amor que te controla no es amor, es miedo disfrazado de afecto. El amor de verdad no domina, acompaña, respeta y te hace crecer”, menciona la psicóloga Juliana Sequera, quien explica cuatro señales de alerta.
1. TE AÍSLA DICIÉNDOTE ‘POR TU BIEN’. Si tu pareja te aleja de amigos, familia o actividades que te nutren con frases como ‘no te conviene juntarte con ellos’, no es protección, es aislamiento emocional.
2. TE HACE SENTIR CULPABLE POR TENER LÍMITES. Cada vez que dices ‘no’, se ofende, se victimiza o te acusa de egoísta. El amor sano respeta tus límites, no los castiga.

3. DISFRAZA EL CONTROL DE PREOCUPACIÓN. Revisar tu celular o querer saber cada paso que das no es amor, aunque lo justifique con ‘es por cuidarte’. El cuidado genuino no necesita vigilancia.
4. TODO GIRA EN TORNO AL OTRO. Tus necesidades pasan a segundo plano. Tú das, sostienes, callas… y te olvidas de ti. Recuerda que amar no significa desaparecer.










