Los retos que enfrentan las empresas actualmente son cada vez más vertiginosos y responden a las exigencias de una sociedad que está adaptándose a nuevas realidades. Así, el estilo de trabajo de muchas compañías ha variado considerablemente en los últimos años por factores como la crisis sanitaria y las nuevas tendencias de mercado.
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Con el desarrollo de la tecnología y la migración de los espacios físicos de trabajo, las empresas ya no pueden permitirse tener un esquema único para atraer, retener y dinamizar a sus mejores talentos, quienes perciben el trabajo flexible como un beneficio que les permite equilibrar su vida personal y profesional, según lo indica un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática.
Al respecto, Pablo Guitart, director de Capital Humano en Arca Continental Lindley, brinda cuatro claves para que las compañías mejoren su competitividad a través de la inclusión de una política de trabajo seguro y flexible.
1. Priorización de la salud y bienestar psicológico.
Contar con un plan especializado que vaya más allá de las medidas básicas de prevención, tomando en consideración aspectos como el apoyo socioemocional, la contención psicológica, el equilibrio de vida laboral – familiar y el cuidado integral de la salud, serán determinantes para fomentar la productividad de los talentos y la competitividad de la organización.
2. Claridad en el proceso y ámbito de aplicación.
Es fundamental que la empresa describa claramente cuál es el propósito por el cual se están implementando estos lineamientos y cuáles serán las modalidades que se van a considerar para la dinámica laboral: trabajo remoto, trabajo a tiempo parcial desde casa, presencia en oficina física solo en determinadas ocasiones, etc.
Asimismo, se debe establecer el rango de influencia de esta nueva política para que los trabajadores estén enterados de qué áreas y a qué personas específicamente les impactarán las medidas. De esta manera, los colaboradores podrán tener toda la información necesaria para organizar sus jornadas, coordinar con el resto de los equipos y no perjudicar su desempeño.
3. Descripción de las responsabilidades.
Implica clarificar las responsabilidades, definir los objetivos concretos del área y comunicarlos oportunamente para que no existan confusiones que influyan negativamente en el trabajo. Por ello, aspectos como la delimitación de los horarios, permisos personales y de salud, entre otras actividades, deben estar debidamente señalados para que fluyan las labores de manera óptima.
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4. Asegurar las condiciones idóneas.
Contar con herramientas de colaboración eficaces, que facilite el trabajo en equipo y estén disponibles cuando y donde sea necesario, permitirá mantener adecuados flujos de trabajo y no afectar el desempeño del área.
Es importante resaltar que las empresas que marcarán la diferencia son aquellas que están renovando procesos y políticas partiendo de un enfoque integral en las personas. Esto permitirá mantener el compromiso de los trabajadores con formas de laborar que los posicionen en el centro de la acción