Durante las últimas semanas hemos visto en las noticias diversos casos de maltrato, violencia e intentos de feminicidio. Desde mujeres que son golpeadas en sus cuatro paredes, hasta quienes son prendidas fuego en plena vía pública. Por eso, es clave estar atentos a las primeras señales de violencia en una relación. Si tienes una mínima sospecha o algo en la conducta de tu pareja no te cuadra, abre los ojos e identifícalas. Todavía estás a tiempo.
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“La mayoría de maltratadores se pintan como hombres seductores, románticos y demasiado atentos durante los primeros meses de la relación. Esto a fin de enamorar y capturar emocionalmente a la víctima”, comenta el psicólogo Ítalo Arrúe.
El especialista agrega que la violencia psicológica es la primera etapa de este círculo de agresión. Hay desde desplantes, humillaciones, celos absurdos. No es cuestión de mucho tiempo para que aparezcan los primeros golpes.
“Al inicio dirá que no fue su culpa y que jamás se volverá a repetir, pero muchos de estos casos terminan en feminicidios o una vida llena de agresión. Por eso es muy importante que estén atentas y reconocer los primeros signos de violencia. Una vez cruzada la línea de la violencia física se hace más difícil denunciar al agresor porque hasta llegan a pensar que son las culpables del maltrato”, indica Arrúe.
El experto en salud mental detalla algunas conductas clásicas de los hombres violentos:
PRIMERA ETAPA
- Comentarios destructivos en son de burla pero realmente busca humillarte.
- Desaires frecuentes a las actitudes cariñosas que quieras darle.
- Te ridiculiza cada vez que puede, otra vez en tono de broma, pero hay un trasfondo agresivo ahí. Por ejemplo te dice ‘Amor, qué tontita eres, por qué no usas la cabecita para pensar’.
- Nada de lo que hagas importa o es relevante, solo las cosas de él cuentan.
- Insultos o frases con desprecio que, otra vez, para él es parte de un juego. “Ay amor, es una broma, no lo tomes tan personal”, es una de las frases clásicas.
SEGUNDA ETAPA
- Celos obsesivos por cualquier cosa y te hace ver como la culpable.
- Te prohíbe usar determinadas prendas de vestir.
- Te dice qué cosas debes comentar, qué cosas no debes decir.
- Siempre tiene palabras hirientes hacia ti.
- Poco a poco te aísla socialmente. No quiere recibir visitas ni que vayas a ver a tu familia o amigos. Mucho menos que vayas a fiestas.
- Se altera y te grita cada vez más seguido. Y cuando le pides que se calme responde ‘Es que tú me pones así, ¿ya ves lo que provocas?’.
- Puede haber un primer golpe o empujón y prometerá que ‘no sé lo que me pasó, perdóname, el estrés del trabajo me pone así, nunca se repetirá, yo te amo’.
- Si llegas a comentarle que no te gusta la forma en la que actúa, se hace el desentendido y dice que estás inventando todo eso o que eres una exagerada y estás armando historias en tu cabeza.
TERCERA ETAPA - VIOLENCIA FÍSICA
- Golpes, desde cachetadas, empujones, jaladas de cabello, patadas, puñetes, correazos, o simplemente con cualquier objeto que encuentren.
- Si tienes hijos, lo más probable es que lo haga delante de ellos.
- Si le dices que ya no aguantas la situación y vas a terminar la relación, te amenaza diciendo que sin ti no puede vivir y se matará, o que se llevará a tus hijos (si los tienes).
Si identificas una de estas señales, no tengas miedo, no estás sola. Piensa en quiénes podrían ser tu red de apoyo, personas que te ayudarán a salir de esta situación. Cuéntales el problema de violencia que estás atravesando y denúncialo cuanto antes.
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