Esta infección respiratoria es frecuente durante el invierno y afecta más a los niños, quienes están en mayor contacto con los gérmenes, sobre todo en etapa escolar. La amigdalitis puede ser causada por un virus o una bacteria. La primera es tratada con antiinflamatorios y antihistamínicos; mientras que la segunda, con antibióticos. Con un buen tratamiento y cuidados, este mal desaparecerá en una semana aproximadamente.
SÍNTOMAS
Lisseth Gómez, médico general de Salud en Casa, indica que, como todo problema respiratorio, la persona tendrá malestar corporal, dolor de cabeza, fiebre, ardor de ojos.
A esos síntomas se sumarán la inflamación de las amígdalas (aparecen dos ‘bolitas’ entre el cuello y el mentón, además hay un intenso dolor en esa zona) y, en casos más severos, las placas (o manchas) blanquecinas internas al inicio de la garganta
PREVENCIÓN
-Lávate las manos antes y después de ingerir tus alimentos.
-Bebe líquidos tibios, ni muy fríos ni muy calientes.
- Vacúnate contra la influenza.
- Ante los primeros síntomas, no te automediques. Acude a un centro médico para que te revisen, sobre todo si antes ya has sufrido de amigdalitis.
- No reprimas tus estornudos, pero hazlo cubriendo tu nariz con papel o, al menos, con tu antebrazo.
- Abrígate y no te expongas a cambios de temperaturas muy bruscos.
SABÍAS QUE...
Si las amígdalas se te inflaman más de cinco veces al año y ya no funcionan los medicamentos, como último recurso se procede a extirparlas.
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