A través del llanto los niños se expresan y liberan muchas emociones. Por eso es normal que lo hagan en algún momento. El problema surge cuando lo convierten en una conducta manipuladora para obtener un beneficio.
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Walter Dávila, psicoterapeuta y director de la Escuela de Desarrollo Personal Supérate, señala que los pequeños que aún no pueden comunicarse bien verbalmente (más o menos hasta los 2 años de edad) lloran porque es su manera natural para pedir algo. La situación cambia cuando son más grandes, ahí se puede hablar de una manipulación. “Como los padres no pusieron un alto a las rabietas en su momento, los chicos interiorizaron una idea: ‘si lloro o grito tendré aquello que quiero’. Y no es culpa de ellos, simplemente papá o mamá sin darse cuenta reforzaron una mala conducta”, precisa el especialista.
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Buenas tácticas
- Cuando te pida cualquier cosa llorando no le hagas caso, de cierta manera ignóralo. Así grite, patalee o se tire al piso. Es mejor que te alejes de él, pero diciéndole que hablarán cuando se calme, que así no entiendes lo que quiere.
- A veces los padres están tan ‘ocupados’ que no escuchan a sus hijos cuando estos les hablan. Si te interesaras más por tus niños prevendrías el llanto y las rabietas, acciones que muchos chicos usan como último recurso al no verse atendidos.
- Si después de hablar con él y agotar tus formas de corregirlo en casa, no ha cambiado nada, puedes acudir a un especialista.
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¿Qué hacer si tu hijo almuerza con el celular en la mano?
Quítale este mal hábito en la mesa y sé su ejemplo. Recuerda que esta costumbre puede provocar que el niño pierda la concentración y el autocontrol.
El celular se ha convertido en un dispositivo muy importante para los niños, tanto que no lo sueltan ni para almorzar. Sin embargo, este hábito no es bueno, ya que puede generar falta de concentración y autocontrol en los chicos. ¿Cómo lo evitas? La psicóloga del Proyecto BienEstar de la ONG Socios En Salud, Margot Aguilar, te brinda estos consejos:
1. Pon reglas claras y firmes. Explícale con palabras sencillas que no podrá usar el celular durante el almuerzo. No te dejes manipular con sus rabietas, recuerda que es por su bien. También habla con sus abuelos y diles que no lo consientan.
2. Enseña con tu ejemplo. Evita contestar llamadas o mensajes mientras estén comiendo. Si es algo urgente, levántate de la mesa y hazlo en otro lado. Al regresar, explica brevemente que se trató de una emergencia.
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3. Anticipa al niño. Antes de almorzar ve diciéndole a tu retoño que ya debe ir dejando el celular, que en unos minutos servirás la comida. Así el menor estará atento y sabrá que en cualquier momento tendrá que desprenderse del móvil.
4. Evita la agresividad. No grites ni le quites bruscamente el celular, esto empeorará la situación. Dile que debe respetar las normas y pídele el aparato con voz firme. Si no acepta, recálcale que su actitud provocará sanciones que no le gustarán.
5. Prudencia. Evita frases como: ‘no volverás a agarrar el celular’. Mejor opta por: ‘desde ahora lo usarás menos porque harás otras actividades’.