Parece una tarea ociosa, pero revisar y cortar las uñas del perro es de vital importancia porque si crecen demasiado, pueden enroscarse en la piel del animalito formando un anillo y provocarle dolor e infección. También alteran su manera de caminar.
La doctora Luz Marina Vidal, de la Clínica Veterinaria Surco, explica que hay que cortar las uñas cuando estas sobrepasan las almohadillas, son visibles y emiten un sonido cuando el perro camina.
Si están crecidas, alístate y ten a la mano una tijera con la punta redondeada (la venden en los pet shops). No utilices tu cortaúñas.
¡PATAS A LA OBRA!
Espera a que el can esté relajado o cansado de jugar. Sostén su pata y empieza dedo por dedo. Recorta solo la puntita. No lo hagas al ras. Cuando la uña es blanca, el lado más cercano al dedo es de color rosado, y cuando es negra, ese espacio se nota gris. Esa es la parte viva de la uña y no debes cortarla porque sangra. Si no deseas correr riesgos, pídele a tu veterinario que te oriente.
El primer corte de uñas debe hacerse cuando cumpla un mes y medio de edad. Luego se repite el procedimiento cada cuatro semanas.
Al terminar la faena, recompensa a tu mascota dándole una galleta. Recuerda que para el animalito, esta es una situación estresante.