Por: Milagros Laura
Mauricio ‘Mapache’ Llona (33) y Ricardo Méndez (33) son amigos, vecinos de Barranco y colegas de una misma pasión: el rock. Mientras Mauricio descarga energía y pone las notas fuertes tocando la batería en su banda Manifesto, Ricardo hace vibrar las cuerdas de su guitarra eléctrica y estallar los amplificadores con su agrupación Difonía. Ambos formaron su productora El Imperio y desde hace un año imparten la fuerte y vibrante energía del rock a niños de 6 años en su ‘Escuelita de rock’. En ella enseñan a tocar guitarra, batería, bajo, teclado y canto.
Siendo ustedes músicos experimentados, ¿qué los animó a abrir una escuela de música para niños?
Mauricio: Muchas cosas, entre ellas educar el talento. Yo no creo que sobre talento en el Perú, lo que creo es que hay que formarlo y esta escuelita busca eso, encontrar y hacer buenos músicos.
Ricardo: Este es nuestro aporte para que la música trascienda: formar nuevos valores.
¿Se necesita de algún conocimiento previo?
Mauricio: No, ellos pueden venir sin saber siquiera cómo se llama el instrumento. Aquí se les enseña todo.
Ricardo: Lo único que necesitamos es que tengan ganas e interés para aprender.
Además de desarrollar un buen oído músical, ¿qué otros beneficios puede darle la música?
Mauricio: La música ayuda a derribar la timidez. Y lo digo por experiencia. Cuando era pequeño, era muy parco y no hablaba con nadie, pero cuando empecé a tocar guitarra, me sirvió para ser más sociable y tener amigos en el colegio.
Ricardo: Además, aquí estarán con otros chicos que tienen sus mismos intereses y gustos. Así les será más fácil sociabilizar. Y quién sabe, más adelante pueden formar su propia banda.
Ustedes pueden estar descubriendo a la próxima banda más importante del país...
Mauricio: ¿Y por qué no? Es más, nuestra propuesta busca que los alumnos formen su banda y toquen para la clausura de clases. Por ahora será delante de sus padres y profesores, en el futuro, si persisten, tal vez toquen para cientos de personas.
Ricardo: Podemos descubrir a las nuevas estrellas del rock peruano.
Luego de la escuela, ¿qué más hay para ellos?
Ricardo: Lo ideal es que sigan estudiando, practicando. Si es lo que quieren y les apasiona, tienen que esforzarse al máximo porque sí se puede vivir de la música.
¿La convocatoria es para niños de qué edades?
Pueden ser de 6 a 14 años.
¿Y no han considerado admitir personas de la tercera edad?
Mauricio: Nos gustaría, pero aún no tenemos personas con ese perfil.
Ricardo: Lo que sí vemos es que muchos adultos, que no son músicos, tienen como pasatiempo la música y buscan, después de la oficina o las clases en la universidad, un lugar donde tocar guitarra, batería, etc.
Mauricio: Eso es bueno, fomentar un pasatiempo seguro y educativo.
¿Qué tan difícil es que un chico entienda de compases y ritmos?
Mauricio: Aquí enseñamos para que sea divertido, todo es práctica, nada es teoría. Ellos tienen que vivir la emoción de una batería o guitarra desde el primer momento, la teoría los aburre.