Uno de los grandes problemas en el tema del tránsito peruano, aparte de los accidentes vehiculares, es el caos y tráfico que reinan en las vías que provoca viajes de dos a tres horas diarias en promedio de traslado al trabajo.
Realidad que a nivel de infraestructura y cantidad de vehículos no tiene razón de ser: Madrid tiene una extensión mucho menor a la de Perú, alberga casi el doble de autos (4.4 millones vs. 2.6 millones de Perú) y no se evidencia esa congestión que se vive en nuestro país. Sin ir muy lejos, Ecuador tiene 1.9 millones de autos y no tiene el tráfico peruano. ¿Por qué ocurre?
Un reciente estudio señaló que la principal causa de los accidentes de tránsito en el Perú es el manejo agresivo (Fuente Pacífico Seguros). Un reciente análisis realizado por Tracklink Octo, indica que, además, es también la razón del caos vehicular.
En ese sentido, el especialista en Seguridad Vial, Lorenzo Giordanelli, señala cinco acciones que motivan el caos vehicular. Evítalas.
ACTITUD AGRESIVA DE MANEJO.- Es la principal causa de accidentes vehiculares, que provocan tráfico, y de caos vehicular. Es una idea muy enraizada en la sociedad peruana de ver las vías como una guerra y a los demás conductores como enemigos.
CAMBIOS BRUSCOS DE CARRIL.- Característica nata del manejo agresivo y la forma más efectiva de generar congestión vehicular (sin considerar las altas probabilidades de choque) porque detiene en simultáneo dos carriles: en el que se está transitando y al carril contiguo, ingresando de manera temeraria lo que provoca frenadas bruscas en los otros vehículos. Por el contrario, mantenerse en el carril y solo cambiar de carril cuando sea estrictamente necesario reducirá considerablemente la congestión vehicular.
NO CEDER EL PASO.- Otra característica del manejo agresivo. Pensar que las vías son una zona de guerra implica que nadie puede “invadir mi carril” y que todos son mis enemigos que no debo dejar pasar. Lógica que provoca tráfico porque obstruye en lugar de dejar fluir (no dejar que doblen en una calle, obstruir cruces de vías, etc.) y fomenta la agresividad.
DESACELERAR BRUSCAMENTE.- Relacionado con el punto anterior, manejar agresivamente implica no dejar pasar a ningún auto y para ello es necesario acelerar y desacelerar de manera constante para evitar que algún auto “ingrese a nuestro carril”. Está acción provoca (además de una alta probabilidad de provocar un accidente vehicular) frenadas intempestivas, repentinas y de golpe, lo que atenta con el fluido constante de vehículos en las vías.
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