Entrar a un círculo de violencia puede ser “fácil” porque la mujer no se da cuenta de que su galán es un agresor, pero salir puede ser muy complicado, sobre todo si el hombre es manipulador y sabe convencerla para que se quede a su lado.
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Gloria Olórtegui, psicóloga de Misky Warmi, asegura que la violencia tiene fases muy marcadas que todas debemos conocer para evitar caer en un círculo vicioso de agresiones que no acaban nunca, pues pese a que el varón promete paz, nunca lo cumple.
Fase 1. Se da cuando el hombre se burla de la mujer y le dice que hace todo mal. Mezcla la ira con los celos y empieza a mostrar rasgos de posesividad. “Aísla a su pareja y empieza a controlar todo lo que ella hace”, advierte la especialista en la edición Nº 95 de la revista +Mujer de Trome.
Fase 2. Es la que se denomina de explosión. Por más que la mujer intente evitar el enojo del hombre, a él no le importa y empieza a agredirla directamente. La critica constantemente con lisuras, rompe objetos y la golpea. Incluso puede llegar a usar la fuerza durante la intimidad sexual.
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Fase 3. Se caracteriza por el arrepentimiento o luna de miel. En ese momento el varón pide perdón, jura que nunca más volverá a golpear a la mujer, le da regalos y se vuelve muy complaciente. Así ella vuelve a confiar, pero esa etapa es muy corta y empieza nuevamente la fase 1 a la que le sigue la fase 2, 3 y así sucesivamente.
El círculo de violencia tiene tres fases que se repiten una y otra vez. Foto: iStock.
ATENTA
* Según la OMS, una de cada tres estudiantes universitarias sufre de violencia. Por ello, es esencial detectar durante el noviazgo los rasgos agresivos de la pareja.
* El 80% de los golpeadores no tienen trastorno de personalidad, son conscientes de lo que hacen y pueden mostrarse muy amables ante los demás.
ELIGE NO SUFRIR
Si notas que estás en un círculo de violencia, sé consciente de que eso no va a acabar por más que te lo prometa tu pareja. La solución no está en él, sino en ti. Tú debes decidir irte de su lado y trabajar tu interior. Olórtegui asegura que con la ayuda de una terapia puedes sanar todas tus heridas emocionales y, sobre todo, reforzar tu autoestima para que nunca más te dejes maltratar.
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